Con el objetivo de contextualizar e identificar las prioridades y los desafíos comunes en materia de migración, refugio y trata de personas

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tapachula.- Obispos de México y Malacatán San Marcos, Guatemala, realizaron el encuentro binacional del 17 al 20 de junio con el objetivo de contextualizar e identificar las prioridades y los desafíos comunes en materia de migración, refugio y trata de personas en la frontera de México-Guatemala.
En un comunicado de prensa, la diócesis de Tapachula, donde se busca fortalecer los servicios pastorales de atención y protección de personas migrantes y víctimas de violencia.
De Tapachula, el encuentro fue encabezado por César Augusto, responsable diocesano de la comisión de movilidad humana.
En las diócesis fronterizas de Guatemala y México, se ha podido constatar la cruda realidad afrontada por la migración forzada, los migrantes en tránsito, los solicitantes de la condición de refugio y la trata de personas.
Casi nula respuesta humanitaria por parte de los estados de la región para la atención de las personas en movimientos mixtos, que enfrentan condiciones adversas durante su transito por los territorios, especialmente en un contexto determinado y dominado por la violencia multidimensional que pone en riesgo su vida, quedando expuesta al crimen organizado, trata de personas, abuso de autoridad y en consecuencia vulneraciones a sus derechos humanos.
Se informó que los estados no garantizan el derecho a la vida y a la protección de las personas en situación de vulnerabilidad especialmente mujeres, niños y adolescentes no acompañados o separados de su familia y personas con discapacidad.
La falta de protección internacional a las personas que han dejado sus países de origen por la violencia, las amenazas de muerte, extorsión, reclutamiento de las pandillas y las organizaciones delictivas, la desigualdad y falta de oportunidades, la desprotección social, el cambio climático entre otras han empujado a las personas a buscar nuevas alternativas de vida.
Además, se informó que el crimen organizado, en la actualidad, interviene y controla las rutas migratorias y pone mayor riesgo la vida e integridad física de las personas migrantes. El exacerbado incremento de personas migrantes, niños, familias completas, adultos mayores y jóvenes perciben preocupación que intencionalmente los gobiernos invisibilizan y no toma en cuenta el deber de la protección al dejarlas en situación de calle.

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Obispos de México y Malacatán San Marcos, Guatemala, realizaron el encuentro binacional del 17 al 20 de junio.
Foto: Sergio García