Cientos de extranjeros siguen caminando por las carreteras de la Frontera Sur, a la vista, sin ser detenidos por elementos de la Guardia Nacional

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tapachula.- Los migrantes salen de Tapachula por la madrugada para poder avanzar por el Libramiento Sur y rodear el primer retén migratorio, donde también se concentran otros grupos de migrantes para ser atendidos o les puedan dar alguna orientación.
Otros deciden seguir caminando por la carretera costera, sin imaginar los cientos de kilómetros que van afrontar en su camino, con temperaturas superiores a los 30 grados.
Ahí, en esos grupos de migrantes, van niños en brazos con sus mamas, hombres con niños caminando, otros con mochilas cargando a sus hijos, jalandolos con desesperación para no ser vistos por las autoridades.
El flujo migratorio es imparable, las autoridades no han podido frenarlos, ya que son decenas de personas de unas 100 nacionalidades que ingresan de manera irregular a la vista de las autoridades.
De Tapachula, está saliendo la migración hormiga, que busca llegar con ansias a la Ciudad de México o a la Frontera Norte, este tipo de personas afrontan los riesgos, peligros en las carreteras federales, sin que sean acompañados por alguna autoridad en materia de seguridad o equipo de paramédicos que pudieran auxiliarlos en su camino.
Son los niños y mujeres, quienes enfrentan este éxodo al tratar de cruzar México caminando, debido a que en Tapachula, tienen que esperar meses para un proceso migratorio.

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Los migrantes salen de Tapachula por la madrugada para poder avanzar por el Libramiento Sur y rodear el primer retén migratorio.
Foto: Sergio García