Félix Camas CORRESPONSAL / NOTICIAS
San Cristóbal de Las Casas.- La conmovedora historia de Akira, una perrita que vivió en el abandono y en condiciones críticas, ha encontrado un final feliz gracias a la solidaridad del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal de Las Casas, quienes decidieron adoptarla tras rescatarla de una situación extrema.
Celeste Coello Armas, presidenta y fundadora de Provida Animal JDCA, compartió los detalles de esta emotiva historia, que refleja la importancia de la empatía y el compromiso hacia los animales en situación de calle.
“Akira vagaba de techo en techo, buscando desesperadamente refugio y ayuda. Su estado era crítico, pero gracias al valiente rescate de los bomberos y al apoyo de ‘Ángelus Holística’, hoy podemos celebrar un cambio radical en su vida”, relató Coello Armas.
Tras su rescate, Akira fue sometida a una ecografía que reveló un aborto y la presencia de crías sin vida en su interior. Para garantizar su recuperación y bienestar, se le practicó una esterilización que le permitirá vivir una vida más saludable.
“Lo trascendente de esta historia es que Akira ha encontrado un hogar en el Cuerpo de Bomberos. Este cambio marca un nuevo capítulo lleno de amor y cuidado para ella, que tanto lo necesitaba”, aseguró Coello Armas emocionado.
La fundadora de Provida Animal enfatizó la importancia de la responsabilidad social y la necesidad de proteger a los animales en condiciones de vulnerabilidad. “Creemos firmemente en la necesidad de promover una vida digna para todos los animales. Hacemos un llamado a la comunidad para que trabajemos juntos en su protección y bienestar”, expresó.
El caso de Akira no sólo pone de manifiesto la importancia del rescate y cuidado animal, sino también la capacidad de generar cambios positivos en la vida de aquellos que más lo necesitan. Provida Animal JDCA reafirma su compromiso con esta misión y agradece a quienes, como el Cuerpo de Bomberos, demuestra que siempre hay esperanza para los animales en situación de abandono.
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La historia de Akira, una perrita que vivió en el abandono, ha encontrado un final feliz gracias a la solidaridad del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal.
Foto: Félix Camas