En un gesto que resalta la importancia de la educación superior en Chiapas, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar ha propuesto que la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) sea declarada Benemérita, en reconocimiento a su invaluable contribución académica, cultural y social a lo largo de 50 años. La propuesta, presentada ante el Congreso del Estado a través de su presidente, Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, ya ha recibido el respaldo de legisladores locales, especialmente de las comisiones de educación y ciencia y tecnología, lo que allana el camino para que la UNACH obtenga esta distinción.

De aprobarse, la UNACH se uniría a un selecto grupo de instituciones de educación superior en México que han sido reconocidas con este título, como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Benemérita Universidad de Guadalajara, entre otras. Este reconocimiento no solo fortalecería su prestigio, sino que también representaría un motivo de orgullo para Chiapas, destacando el papel fundamental de la universidad en la formación de miles de profesionistas y en el desarrollo del estado.

Desde su creación, la UNACH ha sido más que una institución educativa; ha sido un motor de cambio y progreso. Nació como una respuesta a la necesidad de brindar educación superior de calidad a los jóvenes chiapanecos sin que tuvieran que emigrar a otras regiones. Medio siglo después, sigue transformándose para enfrentar los retos de una sociedad en constante evolución, modernizando su modelo educativo para dotar a sus egresados de las competencias necesarias en un mundo cada vez más digitalizado y globalizado.

Pero su impacto va más allá de las aulas. En el ámbito cultural, la UNACH ha promovido el arte, la literatura y la identidad chiapaneca, como lo demuestra la Librería José Emilio Pacheco, que fomenta el acceso a la lectura y el pensamiento crítico. En materia ambiental, ha asumido el compromiso de la sustentabilidad, integrando la investigación y la educación ambiental en su quehacer diario.

El 50 aniversario de la UNACH no solo es un motivo de celebración, sino una oportunidad para reconocer su impacto en la sociedad chiapaneca y reforzar su compromiso con las generaciones futuras. Convertirse en la Benemérita UNACH sería un justo homenaje a su historia y una garantía de que su legado seguirá creciendo en las próximas décadas.