Ana Liz Leyte NOTICIAS

El ciclo escolar 2021-2022, en Chiapas fue el año con más bajas de estudiantes tanto en nivel básico, media superior y superior, reflejo de la pandemia por COVID-19, pero también por fenómenos sociales e inseguridad que han dejado en la indefensión de miles de familias.
En dicho año, la deserción escolar fue de 100 mil alumnos y alumnas.
De acuerdo al Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica de Chiapas (CEIEG), respecto a la matrícula escolar total en Chiapas, señala que en el ciclo escolar 2018-2019, 1 millón 584 mil alumnos fueron inscritos, para el ciclo 2019-2020 fueron 1 millón 773 mil alumnos, en 2020-2021 fueron 1 millón 762 mil alumnos, en 2021-2022; 1 millón 752 mil alumnos y para el ciclo escolar 2022-2023, los alumnos inscrito fueron 1 millón 790 mil alumnos.
“Nosotros hicimos un llamado a compañeros maestros para salirse de ahí de esa región porque se está viviendo violencia generalizada, muchos compañeros en un acuerdo de dejar tareas para poner en riesgo ni a maestros ni a alumnos”, explicó José Armando Falconi Borraz, Secretario General del Comité Ejecutivo de la Asamblea Estatal Democrática de la Sección 40.
La violencia y presencia de grupos criminales, durante décadas, dejó en el olvido a miles de menores de edad y familias enteras, quienes se convirtieron en los grupos más vulnerables.
Docentes confirman que estudiantes y dicentes han optado por no regresar a las aulas, por el riesgo que en algunas zonas representa.
“No ha habido una política estratégica para contrarrestar o erradicar este tipo de males, en Comalapa y toda esa zona que ha repercutido en los centros escolares, porque es de ahí donde se están centrando este tipo de criminales con el narcomenudeo”, indicó Falconi Borraz.
Y es que, del total de personas que abandonan sus viviendas, más del 30 por ciento logra retornar, lo que significa abandonar su vida y las diversas actividades que realizan.
Pero incluso, pequeños en las principales ciudades de Chiapas, abandonan la escuela, por falta de recursos económicos en sus familias.
“Aquí vienen hijos de locatarios e hijos de vendedores ambulantes, la mayoría de los niños no estudian, por la economía, mayormente se pide una cuota y a muchos no les alcanza, ellos vienen a aprender”, expuso Estefany Galdámez, encargada de la Biblioteca Rubén López Cárcamo, en donde brindan clases a menores de edad que acuden a este centro.

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El ciclo escolar 2021-2022, en Chiapas fue el año con más bajas de estudiantes tanto en nivel básico, media superior y superior.
Foto: Ana Liz Leyte