El desplazamiento se registró por resistirse a entregar 22 hectáreas de terreno que habían cuidado y utilizado para sembrar café, maíz y frijol

Jhonatan González NOTICIAS

Desalentados e impotentes se sienten más de 200 desplazados del sector Santa Martha municipio de Chenalhó, Chiapas, quienes este mes cumplieron dos años de que un primer grupo integrado por 35 varones, fueron obligados a irse de su comunidad, aseguró María Gómez, víctima de desplazamiento.
En entrevista, aseveró que el desplazamiento se registró por resistirse a entregar 22 hectáreas de terreno que habían cuidado y utilizado para sembrar café, maíz y frijol.
“Mi esposo no lo mataron, tuvo que huir también como pudo, porque el 24 de junio fue cuando salieron, puros hombres, y todos los demás nos quedamos. Pero resulta que el 29 de septiembre ahí ya salieron tanto mujeres, niños y ancianos”, explicó.
Expuso que desde hace dos años sobreviven hacinadas en una bodega de la comunidad zapatista de Polhó, alimentándose de despensas regaladas y lo poco que ganan de la venta de artesanías.
“Le exijo al gobierno que nos tome en cuenta, porque el gobierno debe exigir a las autoridades de Santa Martha que nos permita regresar, el gobierno se debe encargar de dialogar, porque nosotros estamos acostumbrados a trabajar en el campo, a tener animales domésticos porque con eso nos mantenemos la familia y aquí no podemos”, aseveró.
De acuerdo con Manuel Velasco Gómez, quien también fue víctima de desplazamiento, dijo que los pobladores fueron desplazados violentamente por el comisariado ejidal, con balazos, homicidios e incendios, así como con las armas que éste pudo comprar años atrás con el dinero obtenido de las extorsiones que le cobraron a los propios habitantes, incluyendo menores, ancianos y viudas.
“¿Para qué negarlo? Porque la misma arma que se compra en cada comunidad se usó para desplazarnos a nosotros, es por esa razón pues no tenemos con qué defendernos, tuvimos que salir, tuvimos que salir porque no contamos con esa arma y ni la podemos comprar”, enfatizó.
Cada familia fue obligada a pagar entre 7 y 8 mil pesos, por lo que hoy por primera vez los desplazados revelaron que las autoridades comunales de Santa Martha obligan a sus adolescentes a convertirse en guardias para impedir que vuelvan a sus tierras.
“Estamos hablando de 70, de 80 armas de alto calibre, aparte de los diferentes calibres. ¿Esas armas para qué iban a ser utilizadas? Para atacar gente de Aldama, porque Aldama estaban atacando también (…) El acuerdo que se tomó es atacar gente también de Aldama, porque tenemos entendido también como sector Santa Martha también Aldama, hubo varios muertos también allí”, concluyó.

PIE DE FOTO:
Este mes cumplieron dos años de que un primer grupo integrado por 35 varones, fueron obligados a irse de su comunidad.
Foto: Jhonatan González