El arzobispo de Tuxtla señala que este fenómeno refleja una sociedad que ha perdido su capacidad de amar y de reconocer la dignidad humana

Luis Vallejo NOTICIAS

Ante el aumento de feminicidios en Chiapas con niveles de violencia cada vez más extremos, la Iglesia católica hizo un llamado urgente a reconstruir el tejido social a partir de la familia, al considerar que la deshumanización de la sociedad tiene su raíz en la pérdida de valores fundamentales dentro del hogar.
El arzobispo de la capital chiapaneca, monseñor José Francisco González González, lamentó que los crímenes contra las mujeres se cometan con una brutalidad creciente —como los casos recientes de víctimas quemadas o desmembradas— y advirtió que este fenómeno refleja una sociedad que ha perdido su capacidad de amar y de reconocer la dignidad humana.
“El Papa Juan Pablo II en un documento que hace muchos años publicó 1981 decía el futuro de la humanidad se juega en la Hemos visto con tristeza cómo la sociedad tanto a nivel legal leyes como a nivel mediático como a nivel social se ha ido perdiendo el amor a la familia se ha ido golpeando golpeteando lo que es la institución básica del ser humano”, expuso.
En ese sentido, indicó que factores como las dinámicas laborales, el ritmo de vida acelerado, el individualismo y las relaciones efímeras han erosionado el valor de la familia estable, provocando que muchas personas crezcan sin vínculos afectivos sólidos ni referentes de amor y empatía.
“Cuando papá y mamá están ausentes por motivos económicos o personales, los hijos quedan solos y sin el amor necesario para formar un corazón humano. Esa ausencia puede traducirse en conductas violentas, como ya se ha visto en otros países con jóvenes que, pese a tener oportunidades académicas, terminan cometiendo actos atroces”, aseveró.
Asimismo, González González también cuestionó el papel del Estado y de la sociedad en general al promover leyes y discursos que, a su juicio, debilitan la institución familiar. “Normativas relacionadas con el aborto o la eutanasia, aunque sean legales, terminan por destruir el tejido del corazón humano, que está hecho para amar y no para la violencia”, expresó.
Por lo anterior, el arzobispo llamó a las autoridades a diseñar políticas públicas con perspectiva familiar, que faciliten a las parejas construir proyectos de vida estables, con acceso a vivienda, empleo, educación y condiciones dignas para criar a sus hijos.
“Si formamos familias unidas y sólidas, habrá corazones estables y pacíficos. Si atentamos contra la familia, seguiremos alimentando la violencia, la solución no está solo en las leyes, sino en el fortalecimiento del hogar”, sentenció.

Foto: Luis Vallejo

Pie: Monseñor José Francisco González dijo que normativas relacionadas con el aborto o la eutanasia, aunque sean legales, terminan por destruir el tejido del corazón humano.