Habitantes de diversos barrios reportan que ya suman 15 días sin acceso al vital líquido, situación que agrava un problema estructural que persiste desde hace casi dos años

Félix Camas CORRESPONSAL / NOTICIAS

San Cristóbal de Las Casas.- La escasez de agua potable en la cabecera municipal de Altamirano se ha convertido en una crisis prolongada. Habitantes de diversos barrios reportan que ya suman 15 días sin acceso al vital líquido, situación que agrava un problema estructural que persiste desde hace casi dos años.

Vecinos de colonias como El Campo, Las Casitas, La Candelaria, El Arenal y Barrio Centro denuncian que el suministro ha sido irregular desde agosto de 2023, cuando se registró una avería en la bomba principal encargada de alimentar los tanques de almacenamiento. Esta falla técnica coincidió con un periodo de conflicto político, en el que ejidatarios mantuvieron tomada la presidencia municipal durante más de un año.

De acuerdo con testimonios ciudadanos, el servicio fue suspendido en ese contexto como parte de una estrategia de presión para exigir la disolución del concejo municipal. Aunque los usuarios han seguido cumpliendo con sus pagos, se ven obligados a comprar agua en pipas, cuyo costo ronda entre 300 y 400 pesos, o a abastecerse mediante garrafones, pagando 10 pesos por cada uno de 20 litros. Para muchas familias, estos gastos resultan insostenibles.

Además, se reporta que los tanques siguen vacíos y no se han realizado labores de mantenimiento en las bombas situadas en Santa Elena, de donde se extrae el agua para la cabecera municipal. Habitantes aseguran que el problema viene arrastrándose desde hace más de cinco años sin que ninguna administración haya logrado ofrecer una solución efectiva.

La actual gestión, encabezada por Gaspar Sántiz, ha sido duramente cuestionada por la falta de atención a esta problemática. La ciudadanía exige respuestas concretas y una intervención inmediata para restablecer el servicio de agua potable, considerado indispensable para la vida diaria y la salud pública.

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La escasez de agua potable en la cabecera municipal de Altamirano se ha convertido en una crisis prolongada.

Foto: Félix Camas