Ana Liz Leyte NOTICIAS

Tener fuertes cantidades de dinero en efectivo en una propiedad privada y no en una institución financiera, no es un delito, sin embargo, se debe comprobar la procedencia de dicho recurso, de lo contrario, se podría estar incurriendo en un delito.
Recientemente en Tuxtla Gutiérrez la noticia de la detención de una pareja con 11 millones de pesos en efectivo, fue ampliamente compartida y comentada.
Pero más allá de los detalles personales de los implicados, lo que llama la atención es la suma considerable de dinero, la cual no era resguardada en un banco, sino en una propiedad privada.
“No es ilegal tener dinero en efectivo, sin embargo, resulta sospechosa la cantidad tan enorme que se pudiera llegar a tener, ilegal no es, lo que lo vuelve ilegal es no conocer o justificar el origen”, dijo Carlos Méndez, auditor en prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
El dueño de este recurso es un pastor, mismo que habría denunciado el robo. Por la naturaleza de su actividad se entiende que el recurso recibido era en efectivo y aunque no es ilícito concentrarlo dentro de una propiedad privada, sí tendría que haberlo reportado, de lo contrario, se podría hablar de evasión de impuestos o fraude fiscal.
“Muchas personas que reciben donativos deberían estar dados de alta ante el SAT como donatarios y expedir un recibo para cada persona y este sería el caso”, expuso Carlos Méndez.
Y es que, la evasión de impuestos debilita y empobrece al Estado, afectando a la calidad de los servicios públicos, incrementa el esfuerzo fiscal que deben soportar los ciudadanos corrientes o las PYMES y deteriora los objetivos de redistribución de la riqueza previstos por la legislación.
Y es que, aunque la recaudación de fondos sea una manera aceptable para que las iglesias y ministerios reúnan dinero, es importante que esta organización no exenta su pago de impuestos, pues de lo contrario está incurriendo a un delito, que puede ser denunciado hasta por el contribuyente.

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Tener fuertes cantidades de dinero en efectivo en una propiedad privada y no en una institución financiera, no es un delito, sin embargo, se debe comprobar la procedencia.
foto: Ana Liz Leyte