Luis Vallejo NOTICIAS

La reciente ola de crímenes contra mujeres en la capital chiapaneca refleja la escalada de la violencia feminicida y la falta de respuesta efectiva de las autoridades, advirtió la doctora Sandra Aurora González Sánchez, presidenta de la organización Pacto de Sororidad.
Tras los asesinatos ocurridos el pasado fin de semana en Terán y en el fraccionamiento Real del Bosque, la activista señaló que estos hechos son resultado de “una suma de omisiones históricas” de las autoridades en todos sus niveles para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
“La ley ya está escrita, las dependencias existen, incluso hay alerta de género. El problema es que las autoridades no actúan con firmeza ni implementan medidas emergentes”, sostuvo González Sánchez.
En ese sentido, la activista cuestionó la falta de sensibilidad del ayuntamiento capitalino frente a la crisis de violencia debido a la desatención de los servicios municipales y a la falta de alumbrado público. “Tuxtla debería ser ejemplo como capital, pero en realidad enfrenta desafíos enormes: calles oscuras, transporte inseguro y un edil más preocupado por eventos deportivos que por atender a las víctimas”, dijo.
En ese sentido, consideró inaceptable que mientras las familias lloraban a las víctimas, el presidente municipal Ángel Torres participara en actividades recreativas, “Eso demuestra una falta total de interés o de valorización de la vida de las mujeres, la congruencia comienza con hechos, no con discursos”, puntualizó.
González Sánchez subrayó que la Fiscalía tiene la obligación de investigar y sancionar, pero la prevención debe ser prioridad, y añadió que hay casos recientes muestran que incluso mujeres que denunciaron previamente no recibieron medidas de protección, lo que constituye una omisión.
La activista también reconoció que la violencia feminicida se ha recrudecido en su brutalidad pues meses antes se vio el caso de un hombre que quemó a su pareja; y ahora se habla de desmembramientos; lo que evidencia una deshumanización, así como la falta de temor al castigo.
Para finalizar, la doctora Sandra, llamó a la sociedad a reflexionar y a no normalizar estos crímenes: “Nadie merece morir en condiciones tan violentas. El Estado tiene que asumir su responsabilidad, pero también las familias, las escuelas y las iglesias deben dejar de reproducir patrones de violencia. La prevención pasa por la educación y conciencia”, sentenció.
Foto: Luis Vallejo
Pie: La activista cuestionó la falta de sensibilidad del ayuntamiento capitalino frente a la crisis de violencia debido a la desatención de los servicios municipales y a la falta de alumbrado público.