Ana Liz Leyte NOTICIAS

Hablar de aborto, es hablar más allá de la interrupción del embarazo. Hablar de este tema tan controversial implica también cuestiones educativas o económicas no sólo para las mujeres, sino también para el país.
La mayoría de los embarazos no deseados, se registran en menores de 18 años. En Chiapas, durante los primeros nueve meses del 2023, 403 menores de edad resultaron embarazadas, lo que equivale a un promedio de 45 embarazos mensuales de menores entre 12 a 17 años.
La ONU México, ejemplifica las consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente en México, enfatizando que al año más de 380 mil niñas y adolescentes acudieron a servicios de salud para controles prenatales. Lo que le cuesta a la salud pública más de seis mil millones de pesos.
Los ingresos anuales de las mujeres que han tenido hijos siendo niñas o adolescentes son 32 por ciento menores a las madres en edad adulta, pero además al país le representa una pérdida anual de 31 mil millones de pesos, pues cuando las mujeres tienen menos ingresos, el Estado también pierde.
Mujeres deciden, hombres ¿acompañan?
Pero cuando una mujer es consciente del impacto de tener un hijo a temprana edad y decide interrumpir su embarazo, son cuestionadas e incluso recriminadas.
Sin embargo, Asociaciones Civiles que acompañan a quienes deciden realizarlo, señalan que tan sólo en el uno por ciento de los casos, las mujeres son acompañadas por sus parejas.
“De 100 casos te puedo asegurar que sólo en uno está acompañada por la pareja o el esposo, porque ellos se desentienden y no pasa nada”, señaló Patricia Sánchez, Fundadora de “Mi Útero Feliz A.C”
Pero la falta de apoyo, también se extiende a las familias, es decir, no acompañan o desconocen dicha decisión, pero tampoco proporcionaron la información necesaria para evitar un embarazo no deseado.
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La mayoría de los embarazos no deseados, se registran en menores de 18 años.
Foto: Ana Liz Leyte