Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Para los vecinos del Residencial Las Vegas se ha vuelto común encontrar en sus patios y hasta en el interior de sus hogares, toda clase de víboras y alimañas que ponen en riesgo la seguridad de las familias; esto, se debe a la gran cantidad de terrenos enmontados.
“Tenemos mucho problema porque del monte salen víboras de coralillo, alacranes, tarántulas, roedores y eso es un riesgo para nosotros, aunque limpiamos son demasiados terrenos que están sin atención y eso nos afecta”, señaló Arcelia Avendaño, vecina de este lugar.
A pesar de ser una zona exclusiva, hoy en día estos predios abandonados dan una mala imagen y además ponen en peligro a las familias no sólo por los animales ponzoñosos; también por las ratas de 2 patas.
“La sensación cerca a estos terrenos es de temor, de que en cualquier momento alguien te puede salir de ahí y te asalta. Estos predios son el escondite perfecto de las ratas de 2 patas hace 2 años en este predio violaron a una muchacha”.
En un recorrido por todo el residencial, se constató que por lo menos existen 20 predios abandonados; tan sólo en la calle Río Nilo son 5 terrenos enmontados.
Las familias no sólo están en riesgo de la picadura o mordedura de estos animales nocivos estos lotes, también, representan un foco de contaminación pues son utilizados como basureros y además una zona para la proliferación de mosquitos.
“Mi hijo tuvo dengue, vivimos al lado de un predio abandonado que es utilizado como basurero; entonces, son las condiciones idóneas para la proliferación de los mosquitos que transmiten el dengue”.
Hay un terreno muy cerca de la entrada la colonia Ruiseñores y frente a una secundaria que parece una selva por la maleza tan espesa y que de ahí sale la mayor cantidad de animales a las viviendas.
Los colonos exigen a los dueños hacer limpieza de sus predios o que intervenga la autoridad para sancionarlos por irresponsables.

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Para los vecinos del Residencial Las Vegas se ha vuelto común encontrar en sus patios y hasta en el interior de sus hogares, toda clase de víboras y alimañas.
Foto: Sergio García