Luis Vallejo NOTICIAS

La Iglesia católica en Chiapas expresó su rechazo a la Ley de Voluntad Anticipada aprobada recientemente en el Congreso local, al considerar que esta normativa abre la puerta a la eutanasia y promueve lo que califican como una “cultura del descarte”.
En su conferencia de prensa dominical, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González, aseguró que la vida no le pertenece al ser humano, sino a Dios, por lo que nadie puede disponer de ella, “ni de la propia, mucho menos de la de otro”.
“La vida no es nuestra. Somos administradores de ella, custodios, pero no dueños. Este tipo de leyes pueden causar muchas muertes injustas per se. Nadie tiene derecho a renunciar a su propia vida”, expresó.
González González advirtió que detrás de esta legislación hay una ideología que normaliza la eliminación de personas enfermas, adultas mayores o con discapacidad, en lugar de acompañarlas en sus últimos momentos.
“Nos estamos deshumanizando, y esta ley, si se aplica, nos llevará a tener crematorios o inyecciones letales para desaparecer al que esté enfermo o anciano”, sostuvo.
Asimismo, alertó sobre el riesgo de que la norma sea modificada en el futuro y permita que terceros decidan sobre la vida de otra persona por motivos económicos o de conveniencia.
Monseñor González González recordó que en su momento el Papa Francisco denunció la mentalidad consumista y de descarte, en tanto que san Juan Pablo II dejó testimonio de que el sufrimiento puede tener un sentido unitivo y salvífico. “La vida es como una vela que se extingue cuando Dios lo quiere, no cuando el hombre decide”, subrayó.
Para finalizar, el arzobispo calificó la ley de Voluntad Anticipada como “nefasta e innecesaria”, al considerar que no contribuye ni en lo humano ni en lo económico.
Foto: Luis Vallejo
Pie: Monseñor González González advierte que estas leyes fomentan la eutanasia y que que terceros decidan sobre la vida de otra persona.