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Foto: Luis Vallejo – Quienes recurren a esos hechizos, gastan hasta decenas de miles de pesos

Uno de los deseos más comunes de la humanidad es amar y ser amado, para ello, algunas personas recurren a prácticas esotéricas y de brujería; sin embargo, afirman expertos, éstas pueden repercutir en el libre albedrío hacia quienes se les hace “el trabajo” y sino también en el bolsillo de quien lo consulta.
Yurivel Chacón, estudiosa de metafísica avanzada, quien asegura practicar esta disciplina esotérica desde niña, afirma que recurrir a la magia, hechizos y lectura de cartas para tener un positivo destino amoroso, no solo forma parte de la cultura mexicana, sino de la gran mayoría de las culturas en el mundo y data de varios milenos atrás, los cuales implican un proceso largo que puede costar hasta miles de pesos.
Chacón subrayó que, antes de acudir con alguna persona que realice hechizos de amor, o como ellas los llama “manifestantes de poder”, se deben considerar la creencia religiosa del practicante de magia, pues eso dependerá del tipo de ritual que haga.
“Si es una consulta a través de una lectura, la manifestante de poder puede hacerlo, a través de cartas de tarot, o de caracoles o de huesos de pollo, depende de su creencia religiosa”, dijo la metafísica.
Asimismo, dependiendo el trabajo que se pida, será el costo, pues alcanzar el fin deseado requiere un proceso que implica diversos trabajos para “deshacer”, “amarrar” o “endulzar”, los cuales generan diferentes costos desde 50 pesos hasta 20 o 30 mil pesos;
Sin embargo, advierte, además del costo que puede generar a quien recurre a estas prácticas, también hay consecuencias respecto a irrumpir en el libre albedrío de la gente, pues se dice que, el mal que se desea a otros puede regresarse, o bien, en lugar de amor, se obtiene obsesión y actitudes que no se esperan.
“A veces, en consulta, se encuentra que la otra persona te hizo un trabajo, pero no solo para que tu estuvieras mal, sino para que tus hijos estén mal, tu negocio, y otros ámbitos o personas en tu vida y eso es todo un proceso y traer también muchas consecuencias negativas”; puntualizó.
“El libre albedrío es un don de Dios, elegiré hacer el bien o el mal, por lo que ningún ser del alto astral debería atentar contra eso, para amarrar una persona a ti, jamás deberíamos obligar a alguien”.
Finalmente, dijo que los “amarres” son por poco tiempo y debe estarse reforzando y, si funcionan, “¿realmente crees que esa persona es la indicada para ti? Pues en lugar de crear amor creamos obsesión, atamos a nosotros personas que nos golpea o grita y después dicen que quieren deshacer el trabajo, y es otro desgaste de dinero y de energía”; dijo.