El coloquio contó con la participación de 10 especialistas
Isabel Nigenda Noticias

A finales del siglo XIX, la llegada de la electricidad a la Ciudad de México iluminó los nuevos escenarios de la vida nocturna, que se convertirían en fuente de inspiración para diversos artistas, pintores, grabadores, fotógrafos, cineastas, periodistas y literatos. Estos creativos plasmaron en sus obras el proceso de modernización de México y la efervescencia de la vida nocturna en la capital.
Uno de los ejemplos más fascinantes de esta interacción entre la modernización y la expresión artística es la pintura «San Juan de Letrán» realizada por Gerardo Murillo, conocido como Dr. Atl, en 1940. Esta obra única y poco convencional forma parte de la exposición «La Noche nos Pertenecía», que se encuentra actualmente en exhibición en el Museo Nacional de San Carlos, en la colonia Tabacalera.
La exposición, que ha sido objeto de interés y análisis en un coloquio especial, busca explorar la vida nocturna en la Ciudad de México a través de diferentes disciplinas y ofrecer un contexto histórico enmarcado en la posrevolución mexicana.
El coloquio contó con la participación de 10 especialistas de destacadas instituciones, como El Colegio de México y diversos institutos de la UNAM, que abordaron el tema desde perspectivas que incluyen la pintura, la gráfica, el cine, la antropología, la historia de la cultura y el arte, así como la literatura y el periodismo.
Uno de los aspectos fundamentales destacados durante el coloquio fue cómo la modernización de la ciudad, con la llegada de la electricidad, generó sus propios códigos de vida nocturna. Las calles de la Ciudad de México al principio del siglo pasado, algunas todavía empedradas, eran recorridas por el tranvía y se iluminaban gracias al creciente sistema eléctrico de la capital. La noche se convirtió en un espacio de diversión y libertad que también inspiró al arte.
La exposición presenta fotografías que capturan estas transformaciones, desde las calles de la Ciudad de México iluminadas por la electricidad hasta la aparición de los anuncios luminosos que se pusieron de moda en las décadas de 1930 a 1950. Estas imágenes no solo registran la vida nocturna, sino también el asombro que la modernización y la luz eléctrica provocaron en la sociedad de la época.
Un ejemplo sobresaliente de esta influencia es la pintura de Dr. Atl, quien se dejó llevar por el entusiasmo que le provocaron los anuncios luminosos y la velocidad de los autos en la avenida San Juan de Letrán. Esta obra inusual, dentro de la producción del artista, captura el dinamismo nocturno y el juego de luces en movimiento que caracterizaba a la Ciudad de México en ese momento.
Otros artistas, como Isidoro Ocampo, plasmaron estas transformaciones en sus obras, como los grabados que reflejan una ciudad en pleno desarrollo, con tranvías y luces eléctricas en el horizonte.
La exposición «La Noche nos Pertenecía» es una invitación a explorar la historia y la riqueza cultural de la vida nocturna en la Ciudad de México a través de los ojos de artistas y creadores que encontraron inspiración en la modernización de la ciudad y en la promesa de diversión y libertad que la noche ofrecía.
Foto: Cortesía.
Pie de foto: La exposición, es una invitación a explorar la historia y la riqueza cultural de la vida nocturna.
