Monseñor Fabio Martínez Castillo bendijo las palmas en el atrio de la catedral de San Marcos con ello dio paso a la celebración de los días santos

Daniela Grajales / NOTICIAS

El domingo de ramos es una celebración católica que este año se retomó con mayor fervor. Foto: Daniela Grajales

Como cada año, fieles católicos se dan cita en las Iglesias y parroquias de la ciudad capital, el domingo de ramos es una celebración católica que este año se retomó con mayor fervor, pues debido a la pandemia los años anteriores se limitó a celebrarse solo con una pequeña cantidad de personas.
Monseñor Fabio Martínez Castilla inició con una liturgia en el atrio de la Catedral de San Marcos, ahí, bendiciendo las palmas de los asistentes daba la bendición a cada uno de ellos.
Para luego realizar la procesión hasta el altar de este recinto, y oficiar la misa dominical, con esta celebración se inicia la Semana Santa.
Toda la comunidad religiosa, se preparó previo a este día, con flores y sobre todo palmas adornaron la iglesia y la cruz emblemática qué hay en el corazón de la ciudad.
Mientras tanto artesanos de la comunidad de Aguacatenango ubicado en el municipio de Venustiano Carranza, se dieron cita unos días antes para vender la tradicional palma, ya sea verde o estilizada.
Son estas fechas que ellos aprovechan para poder adquirir recurso económico y así sustentar sus hogares, no solo en La Catedral de San Marcos se encontraron estos artesanos, ellos buscan donde pernoctar dos días antes del domingo de ramos.
Con el Domingo de Ramos empieza la Semana Santa, en este día recuerdan la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
Este domingo resaltan dos puntos principales de la Pascua: La Pasión y Muerte de Cristo y su resurrección.
Monseñor mencionó que en el evangelio (San Mateo 21, 1-11) que “cuando Jesús llegó a Jerusalén, la ciudad más importante, para celebrar la pascua, Jesús les pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó”, hecho que le llama la atención, ¿por qué un burrito?, dijo. ”
Es importante mencionar que de acuerdo a la tradición, la palma bendecida se coloca en algún lugar de la casa o trabajo, de modo que al observar cotidianamente, se recuerde que se ha participado de la procesión y celebración de Ramos en la que se alaba a Jesús.
La procesión que se realiza en las parroquias con las palmas es una forma de expresar la fe hacia Cristo Jesús; las personas que asisten refieren que esto da Paz y Esperanza sobre todo en estos tiempos.
“Queremos compartir a todos porque sabemos que siguiendo a Jesús, llegaremos con él a la gloria de la resurrección”.