Monseñor José Francisco González dijo que considera este primer año como de diagnóstico, y que la presidenta debe ahora lanzar plenamente su proyecto de gobierno
Luis Vallejo NOTICIAS

A un año del inició del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, como la primera presidenta de México, el arzobispo de Tuxtla, José Francisco González González, señaló que la mandataria enfrenta una “herencia muy pesada” derivada de problemas económicos, sociales y políticos acumulados en los anteriores sexenios.
En entrevista, Monseñor destacó que la presidenta llegó al poder con grandes expectativas y con la esperanza de imprimir un “sentido femenino” en la atención de la sociedad mexicana, sin embargo, subrayó que el país arrastra una creciente deuda, un tejido social desmembrado y un sistema político debilitado por la falta de equilibrios.
“Ha ido haciendo algunas acciones, ha mostrado un rumbo distinto, pero hay otros puntos que debe seguir atendiendo, entre ellos dejar ciertos aspectos de autonomía, porque el país había avanzado en situaciones democráticas que hoy vemos con tristeza que cada vez hay menos independencia”, expuso.
En ese sentido, el obispo advirtió que la concentración de decisiones en un solo grupo o persona puede generar riesgos en el futuro. “Si nos llega un buen gobernante, bendito sea Dios; pero si no, vamos a sufrir mucho precisamente por esa falta de equilibrios”, puntualizó.
González González consideró que, tras este primer año el cual calificó como de diagnóstico, la presidenta Sheinbaum Pardo debe ahora lanzar plenamente su proyecto de gobierno y rodearse de cuadros capaces para fortalecer al país en el ámbito nacional e internacional.
“Ella no se dice creyente, pero seguramente cree en algo; teniendo raíces bíblicas judías, buscará el bien de nuestro país. Esperemos que su formación intelectual, espiritual y humana le alcance para formar buenos cuadros, porque ella sola no puede”, dijo.
Para finalizar, dijo que confía en que la presidenta actuará con valentía ante propuestas que consideró “de muerte”, incluso si son presentadas bajo la bandera del progresismo. “Si el progreso lleva a la muerte, eso no es progreso verdadero, sino muerte anticipada”, concluyó.
Foto: Luis Vallejo
Pie: El arzobispo de Tuxtla señaló que la presidenta llegó al poder con grandes expectativas y con la esperanza de imprimir un “sentido femenino” en la atención de la sociedad.