KARLA GÓMEZ NOTICIAS

En el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Música y Ópera, organizaron un concierto histórico titulado Por donde pasa la luna. Por primera vez, la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas para recibir un encuentro musical protagonizado por niñas y mujeres de cinco pueblos originarios, quienes compartieron con el público la riqueza de su música, su lengua y su memoria ancestral.
El escenario se convirtió en un crisol de sonidos, voces y lenguas originarias con las presentaciones de la Banda Femenil Ka’ux (Mixe) de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca; el Colectivo de Mujeres Comcáac Cmaam Icaheme (Seri), de Punta Chueca, Sonora; el Ensamble Tradicional Comunitario de Marimbas Manglares de Centla (Totonaco), de Tabasco; el Ensamble Tradicional Comunitario de Son Huasteco Cántaros de Sol (Chontal), de Veracruz, y el Trío Eyexochitl (Nahua), de Hidalgo. Cada agrupación llevó consigo un pedazo vivo de la historia de su comunidad, reafirmando la importancia de las mujeres como guardianas y transmisoras de la tradición cultural.
El público respondió con entusiasmo a cada interpretación. La Banda Femenil Ka’ux presentó sones en lengua ayuujk que hicieron vibrar el recinto; el Ensamble Cántaros de Sol emocionó con versos, décimas y huapangos en totonaco y español; las mujeres Comcáac ofrecieron cantos en cmiique iitom, revitalizando la memoria de la Nación Seri; mientras que el Ensamble de Marimbas evocó con sus notas la fuerza del río Usumacinta. Finalmente, el Trío Eyixochitl cautivó con música huasteca en náhuatl, acompañada de danzas y cumbias que pusieron al público en contacto directo con la diversidad del territorio mexicano.
Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó la cantante seri Zara Monroy, quien expresó al público: “Que hoy se sienta el corazón alegre, porque estamos celebrando a las culturas… Corre la memoria ancestral y hoy estamos celebrando”. A su lado, el colectivo de mujeres Comcáac interpretó el himno de su Nación, llenando la sala de un profundo sentido de orgullo y pertenencia.
Las y los asistentes compartieron sus impresiones al salir del concierto. Para Zoraida, fue una experiencia reveladora: “Me gustó mucho porque te muestra la identidad de culturas que hay en el país. Tal vez reconocemos algunas, pero otras no, y todas tienen una música en particular”. Beatriz, quien acudió acompañada de sus hijas, expresó conmovida: “Lo disfruté mucho, me hicieron hasta llorar. Tenemos tanta riqueza cultural en México que conciertos como este deberían ocurrir más seguido”.
La velada cerró con un popurrí de música oaxaqueña interpretado por la Banda Ka’ux, que incluyó piezas entrañables como Canción Mixteca y Jarabe Mixteco. El cierre llegó con Son calenda, donde todas las participantes regresaron al escenario en un gesto de unión y despedida colectiva.
Por donde pasa la luna fue más que un concierto: fue un viaje artístico-cultural que integró música, danza y proyecciones audiovisuales, permitiendo al público acercarse a la cosmovisión de los pueblos originarios. Cada interpretación transmitió la relación profunda de estas comunidades con la naturaleza, la tierra y la vida. El encuentro en Bellas Artes no solo celebró el talento de las mujeres indígenas, sino que también reafirmó su papel fundamental en la preservación de la memoria cultural de México.
FOTO: KARLA GÓMEZ
PIE DE FOTO: La Banda Femenil Ka’ux presentó sones en lengua ayuujk que hicieron vibrar el recinto.