Un viaje teatral a nuestras raíces

KARLA GÓMEZ NOTICIAS

El rugido del jaguar no es solo un eco en la selva: es la memoria viva de los pueblos que lo han venerado como símbolo de fuerza, poder y misticismo. Bajo esa premisa llega a Tuxtla Gutiérrez la puesta en escena “Dinastía de Jaguares”, una obra que promete transportar al espectador hacia lo profundo de la cosmovisión mesoamericana, donde el felino sagrado se convierte en protagonista de historias milenarias.

Escrita por Francisco Álvarez Quiñones y dirigida por Jorge A. Zárate, esta producción se presentará los días 29 y 30 de agosto, así como el 5, 6, 12 y 13 de septiembre, todas las funciones a las 19:00 horas. El escenario elegido para albergar esta experiencia es el foro La Puerta Abierta, ubicado en la 6ª Oriente Norte #1021, colonia Centro, Tuxtla Gutiérrez.

La obra no solo es un montaje teatral, sino también un ejercicio de memoria cultural. Con cada escena, el espectador se adentra en los mitos, rituales y luchas que dieron forma a una de las civilizaciones más fascinantes del continente. “Dinastía de Jaguares” busca despertar preguntas sobre la identidad, la herencia ancestral y el vínculo que aún nos une con la naturaleza y sus símbolos.

El costo de acceso es accesible para todo público: $100 en entrada general y $80 para estudiantes. Para garantizar su lugar, los interesados pueden realizar reservaciones al número 961 150 27 53, ya que el cupo es limitado.

Este proyecto cuenta con el respaldo de Confines Teatro, el espacio cultural La Puerta Abierta, así como del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales de la Secretaría de Cultura, instituciones que han apostado por el fortalecimiento de las artes escénicas en Chiapas.

En tiempos donde el entretenimiento rápido predomina, obras como “Dinastía de Jaguares” se levantan como un recordatorio de que el teatro sigue siendo un ritual comunitario, un espejo donde se reflejan nuestras raíces y una oportunidad para encontrarnos con lo que somos.

FOTO: CORTESÍA

PIE DE FOTO: La obra no solo es un montaje teatral, sino también un ejercicio de memoria cultural.