KARLA GÓMEZ NOTICIAS

La memoria es frágil. El cuerpo se oxida, la mente se llena de salitre y, con el tiempo, las notas, las fotografías, los videos y las herramientas se convierten en depósitos de recuerdos que tarde o temprano desaparecerán. En ese espacio donde habitan los fantasmas de nuestra vida —con la nostalgia de lo perdido y la gratitud por lo vivido— se ubica Avería, la más reciente creación de David Almaga.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Teatro, presentan esta puesta en escena con dramaturgia, dirección y actuación del propio Almaga. A través de un formato unipersonal, el autor comparte pasajes íntimos inspirados en el deterioro de la memoria de sus abuelos a causa de la demencia senil y el Alzhéimer, integrando también recuerdos aportados por el público en cada función.
“En este unipersonal visito un miedo propio: olvidar. Con teatro de objetos, improvisación, clown y los recuerdos de la audiencia, hablo de mis abuelos y de cómo vivieron la demencia senil y el Alzhéimer en esta bioficción”, explica el creador.
Música en vivo, escenas nostálgicas y momentos de improvisación se entrelazan para que ninguna función sea igual a la anterior. El “no recordar” del personaje se convierte en un hilo conductor, alternando entre el intérprete y el personaje que lucha por reconstruir sus memorias.
La obra también es un acto de duelo personal. Almaga comparte que durante la creación del montaje enfrentó la pérdida de su madre a causa del cáncer. Este hecho marcó profundamente el proceso y se integra al discurso escénico como un homenaje cargado de vulnerabilidad, ternura y deseo de expiación. “Es mi intención compartir y vulnerarme con el público, generar un réquiem a eso que fue y ya no volverá, todo desde el acto de estar juntos en un recinto”, afirma.
Avería se presenta del 7 al 24 de agosto en el Teatro Orientación, Luisa Josefina Hernández, del Centro Cultural del Bosque. Las funciones son jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00. Con una duración aproximada de 55 minutos, la obra está recomendada para mayores de 12 años. Un montaje íntimo que invita a reflexionar sobre la memoria, la pérdida y la belleza de lo que queda en el recuerdo.
Foto: KARLA GÓMEZ
Pie de foto: Música en vivo, escenas nostálgicas y momentos de improvisación se entrelazan para que ninguna función sea igual a la anterior.