KARLA GÓMEZ NOTICIAS

María Garfias (1849-1918) fue una niña prodigio cuya precoz habilidad musical la llevó a componer un notable repertorio desde temprana edad. Algunas de sus obras surgieron cuando apenas contaba con doce años. Su talento rompió moldes en 1867, cuando se convirtió en la primera mujer en dirigir una orquesta en México, interpretando su propia Marcha Republicana, dedicada al presidente Benito Juárez.
Su trayectoria artística fue celebrada por músicos, intelectuales y críticos de la época. Sin embargo, su vida pública se vio mermada tras contraer matrimonio con un primo materno de la familia Garfias. Aun así, su música no se extinguió por completo: piezas suyas cruzaron fronteras y fueron interpretadas en escenarios internacionales, como la Exposición Universal de Filadelfia, según relata su biógrafo Fernando Carrasco Vázquez en María Garfias. Una fugaz presencia de la música mexicana decimonónica.
Más de un siglo después, su legado regresa a los escenarios gracias a la pianista Lorena Olvera, quien ofrecerá el concierto Gratitud. Recuperación de la obra de María Garfias el sábado 16 de agosto, a las 18:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. El evento, organizado por la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), no sólo busca interpretar la música de Garfias, sino también rescatarla del olvido.
“La presentación en el Palacio de Bellas Artes no sólo es un concierto, sino un acto de preservación cultural. A través de ella, el público podrá redescubrir la riqueza técnica y expresiva de Garfias”, afirmó Olvera.
El programa incluirá obras como el vals El triunfo de la libertad, las marchas Republicana y Guerrera —esta última dedicada a Porfirio Díaz—, así como las piezas Melodía, La amistad te salva el pico y La campana del alba. Estos títulos revelan tanto el compromiso cívico como la sensibilidad artística de su autora.
Además de compositora, Garfias fue actriz de teatro y discípula del maestro Cenobio Paniagua, figura clave en la música decimonónica mexicana. Su historia ilustra la dificultad que muchas mujeres enfrentaron para sostener una carrera artística en un contexto social restrictivo, así como la importancia de revalorarlas en la actualidad.
Por su parte, Lorena Olvera, formada en el Instituto Cardenal Miranda y perfeccionada bajo la guía de pianistas como Mauricio Náder, ha centrado su labor reciente en la difusión de la música clásica mexicana. Con Gratitud, su más reciente álbum, busca no sólo rendir tributo a Garfias, sino también inspirar a nuevas generaciones de intérpretes y oyentes.
Este homenaje en Bellas Artes representa un puente entre pasado y presente, recordándonos que la historia de la música de concierto en México se escribe también con nombres femeninos que merecen brillar nuevamente.
FOTO: KARLA GÓMEZ
PIE DE FOTO: Este homenaje en Bellas Artes representa un puente entre pasado y presente.