Familias se ven obligadas a gastar hasta 400 pesos por pipa

Félix Camas CORRESPONSAL / NOTICIAS

Altamirano.- La escasez de agua potable en la cabecera municipal cumple ya más de 35 días, dejando a miles de familias sin acceso al servicio y obligándolas a comprar pipas que cuestan entre 300 y 400 pesos, pese a que continúan pagando puntualmente sus recibos.
De acuerdo con testimonios de vecinos, el abasto ha sido irregular durante años, con periodos en los que el agua sólo llegaba dos o tres días al mes y con muy baja presión. Sin embargo, la situación actual se agravó tras la avería de una de las bombas del sistema, la cual resultó dañada por una descarga eléctrica provocada por los constantes apagones en la región.
Autoridades municipales explicaron que el equipo afectado se encuentra en el predio Santa Elena, a unos cinco kilómetros de la cabecera, y que solo una bomba sigue en funcionamiento, lo que limita de forma considerable la distribución.
Habitantes recuerdan que la crisis también tiene raíces en el conflicto social de la administración pasada, cuando ejidatarios mantuvieron tomada la presidencia municipal por más de un año. Durante ese tiempo, acusan, el servicio se suspendió de manera deliberada como presión política, dejando deterioros en la infraestructura que hoy siguen sin atenderse por completo.
“La situación ya es insostenible. Antes recibíamos agua cada 10 o 15 días, ahora llevamos más de un mes sin una sola gota. No podemos seguir pagando por agua cara y vivir así”, señaló un vecino visiblemente molesto.
El Sistema de Agua Potable local pidió paciencia y aseguró que los trabajos para reparar la bomba dañada continúan, aunque no ofreció una fecha exacta para el restablecimiento del servicio.

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La escasez de agua potable en la cabecera municipal cumple ya más de 35 días, dejando a miles de familias sin acceso al servicio.
Foto: Félix Camas