Karla Gómez NOTICIAS

Los rincones menos explorados de la Sierra Madre Occidental de Sonora —territorios de agreste belleza y profunda raíz cultural— se abren al público a través de la exposición Vaqueros de la Cruz del Diablo: paisaje, trabajo y retrato, inaugurada el 25 de junio de 2025 en el Museo Nacional de Antropología (MNA). La muestra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ofrece una mirada íntima a la cultura vaquera de la región sonorense, a través del lente del fotógrafo puertorriqueño Werner Segarra.
La exposición está compuesta por 20 imágenes, tanto en blanco y negro como a color, resultado de más de cuatro décadas de trabajo de campo en la sierra, que Segarra ha recorrido a pie, a caballo y a bordo de una pick up roja. Cada fotografía es un fragmento de historia viva, que documenta la cotidianidad, la dureza y la nobleza del vaquero de montaña: figura heredera del mestizaje entre indígenas ópatas, yaquis y apaches, y colonos europeos.
Antonio Saborit García-Peña, director del MNA, describió a Segarra como un artista “fuera de serie”, cuya obra revela un México poco conocido, capturando la esencia de paisajes y comunidades con una cercanía entrañable. Sus imágenes, afirmó, no solo documentan: confrontan al espectador con una realidad ignorada y, a la vez, profundamente nuestra.
Segarra, por su parte, agradeció la oportunidad de mostrar un proyecto que considera más que artístico: un acto de justicia cultural. A su juicio, la cultura vaquera del norte sonorense ha sido históricamente subrepresentada frente a otras manifestaciones indígenas. Esta exposición, entonces, busca rendir homenaje a esos hombres y mujeres que —con piel curtida por el sol, escopetas al hombro y corazones nobles— siguen forjando una vida de dignidad y trabajo en una de las regiones más duras del país.
Dividida en tres ejes temáticos —“Paisaje”, “Retrato” y “Trabajo”— la muestra permite al visitante adentrarse en un mundo donde el vaquero es mecánico, veterinario, agricultor, cocinero, padre, esposo, amigo y fiel devoto. Las imágenes, tomadas entre 2011 y 2019, son apenas una fracción de un archivo de más de 100,000 capturas iniciadas en 1982, cuando Segarra, aún adolescente, quedó fascinado con Sonora durante un intercambio desde Arizona.
El nombre de la exposición alude al cañón Cruz del Diablo, en el municipio de Huásabas, cuya fama trágica contrasta con la vitalidad de la cultura que ahí sobrevive. Para el fotógrafo, exponer en el MNA es un sueño que se gestó desde su infancia, cuando visitó el museo por primera vez. Hoy, 50 años después, su cámara devuelve la mirada, mostrando a México una de sus identidades más resistentes, orgullosas y desconocidas: la del vaquero sonorense.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Cultura viva que cabalga en la Cruz del Diablo.