La fiesta religiosa llena de misticismo que cumple más de 300 años y que forma parte de la cultura y creencias religiosas ancestrales
Sergio Garcìa CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tuxtla Chico.- Los días 28 y 29 de abril las familias que viven en la Frontera Sur de México, en el municipio de Tuxtla Chico mantienen viva la tradición de San Pedro Mártir y San Marcos, la fiesta religiosa llena de misticismo que cumple más de 300 años y que forma parte de la cultura y creencias religiosas ancestrales.
Estas creencias los nativos pedían por la abundancia del agua, curar las enfermedades, las cosechas en el pueblo y donde veneran a los santos de San Pedro Mártir y San Pedro.
En estas fiestas son de mucho colorido y llena de personajes míticos únicos como son los correlones, los hombres montados en sus caballos que ese día lucen adornos espectaculares con distintivos con moños y flores multicolores que son bendecidos en la iglesia de Santa María Candelaria.
En su arriesgada carrera de Caballo, los jinetes tienen que jalar la cabeza a los patos vivos que están amarrados y colgados para ser arrancado sus cabezas y el cuerpo restante son hechos tamales y son repartidos en los cofrados.
Fernando Tercero, del barrio San Miguel, narró que esta tradición va desde hace varias generaciones y año con año va creciendo su fervor religioso a pesar de que se tengan muertos y heridos en su carril porque es una tradición voluntaria.
Estos hombres corrieron unas 35 carreras en una calle empedrada donde en ocasiones pierden el equilibrio o caen sus caballos sobre las piedras y el pavimento y son atendidos por grupos de personas y de Protección civil y la policía municipal.
Una de las creencias más arraigadas en este pueblo son los”Negritos” es que si los niños se enferman mama y papá lo entregan con un capitán y este a su vez a los santos de San Pedro y San Marcos, por eso, hay muchos negritos.
“Ahorita andan otros muchachos que andan haciendo méritos para que vean que hay que hacer, he platicado con muchos grandes y dicen que el otro año va correr y hay quienes siguen esta costumbre “
En esta tradición participan unos 50 jinetes que empiezan a correr desde las 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde
Otros de los personajes son los niños y jóvenes quienes se pintan de negro con carbón sus rostros y portan en la mano un fuete con el que guardan el orden durante las carreras de caballos, de los patos y los demás festejos.
“Es peligroso, ellos les gusta así, siempre se les recomienda a los jinetes que se cuiden que aseguren bien a sus animalitos y sus monturas, pero hay compañeros que no obedecen o no se cuidan, la montura tiene tiempo y se levanta, así como ahorita”
El director de Protección Civil de Tuxtla Chico, Julio Cueto Tirado, informó que se tiene reportado un niño que se desmayó y jinetes que se han caído por la velocidad y la fuerza han caído, por lo que se les revisa, atienden y se les traslada a una clínica
“Una caída de un caballo es bastante fuerte donde se puede hasta perder la vida, por eso, nosotros venimos a fortalecer la prevención en las áreas de movimiento y la gente está disfrutando la fiesta “.
PIE DE FOTO:
Tuxtla Chico mantiene viva la tradición de San Pedro Mártir y San Marcos.
Foto: Sergio García