El relato se sitúa en el México de los años cincuenta, entre la suntuosidad y elegancia de la alta sociedad

Isabel Nigenda NOTICIAS

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Silvia Moreno-Garcia, es la primera escritora de origen latino en ganar el premio Locus.

“Gótico” es el escalofriante relato de Silvia Moreno-Garcia, quien es la autora de las aclamadas novelas de ficción especulativa Gods of lade and Shadow, Signal to noice, Certain Dark Things y The Beautuful Ones, y del thiller titulado Untamed Shore. Ha sido editora de varias antologías, entre ellas She Walks in Shadows (también conocida como Cthulhu´s Daughters), Ganadora del premio World Fantasy.

De igual manera, es la primera escritora de origen latino en ganar el premio Locus a la mejor novela de terror. Su relato “Gótico”, se sitúa en el México de los años cincuenta, entre la suntuosidad y elegancia de la alta sociedad.

De acuerdo a la sinopsis del libro, tras recibir una extraña carta de su prima recién casada, Noemí Taboada, mujer glamurosa, fuerte e inteligente, se verá atrapada en High Place, una enigmática casa en el campo en México, que encierra oscuros secretos familiares llenos de violencia y locura.

Noemí no parece tener dotes de salvadora: está acostumbrada a asistir a cócteles, sin embargo, se convertirá en detective, sin miedo: ni del nuevo marido de su prima, un inglés amenazante y seductor; ni de su padre, el antiguo patriarca que parece fascinado por ella; ni de la casa, que empieza a invadir los sueños de Noemí con visiones de sangre y fatalidad.

El único amigo que la protagonista encontrará es el hijo menor de la familia, quien también da la impresión de estar ocultando brumosos secretos, mismos que provocarán obstáculos para salvar a su prima… O incluso escapar de esa enigmática casa llena de escenarios aterradores y seductores.

“La casa se cernía sobre ellos como si de una gárgola enorme y silenciosa se tratase. Podría haber avocado imágenes funestas de fantasmas y lugares embrujados, pero lo cierto es que el lugar tenía un aspecto más bien cansado: a algunas contraventanas les faltaban listones y el porche de ébano pareció soltar un quejido mientras subían los escalones de la puerta. Un aldabón de plata con forma de puño colgaba de un aro”.