Ana Liz Leyte NOTICIAS

Lujos, poderío, excesos, violencia, es el contenido de los corridos tumbados y canciones bélicas, estas letras se han convertido en una aspiración para las juventudes.
“Esta fantasía de una vida llena de lujos, poder, armas, drogas les ofrecen la vida soñada”, explicó Carlos Méndez, auditor certificado en temas de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
En los videos musicales se puede ver ropa de marca, carros de lujo, fajos de billetes, armas y como consecuencia; las redes sociales se inundan de estos contenidos en donde usuarios tratan de mostrar que así es su vida emulando hábitos asociados a la cultura del narcotráfico sin pertenecer necesariamente a un grupo delictivo.
“Abordan muchos temas que están ligados al amor, dinero y la lealtad, en ese sentido parte de su audiencia son personas jóvenes que por los sueños que tienen buscan tener”, agregó, Carlos Méndez.
Estas canciones hacen apología del delito, que no es más que, la exposición de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor. En los corridos tumbados se hace referencia al narcotráfico y la mención a algunos líderes de cárteles mexicanos también están presentes en sus letras, aunque no en todas de forma explícita.
Pero, ¿qué por qué gusta tanto a las juventudes este tipo de música?
“Me gusta la música, las letras y su contenido, pero esto no influye en cómo vivo la vida”.
“Es lo que está de moda, todos mis amigos las escuchan y también me gusta”.
“En todas partes está, en el antro, las fiestas, en reuniones”, expusieron jóvenes a través de un sondeo
Sin embargo, no sólo se hace referencia una vida de ensueño, en este género musical se hace presente el machismo y la misoginia.
“Al fin de cuentas van trazando una ruta hacia un tema del narcotráfico, se va normalizando hasta formar parte de una vida real”, explicó el auditor certificado en temas de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.

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Lujos, poderío, excesos, violencia, es el contenido de los corridos tumbados y canciones bélicas, estas letras se han convertido en una aspiración para las juventudes.
Foto: Ana Liz Leyte