Oaxaca, Veracruz y Chiapas se han convertido en los principales frentes de combate contra el gusano barrenador del ganado

Jhonatan González NOTICIAS

Oaxaca, Veracruz y Chiapas se han convertido en los principales frentes de combate contra el gusano barrenador del ganado, una plaga que representa un riesgo para animales y humanos.
Para su erradicación, cada semana el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) libera más de 100 millones de moscas estériles en estas zonas, como parte de una estrategia nacional de control sanitario, informó José Luis Quintero, coordinador del programa de erradicación.
Las moscas, dijo, son procedentes de un centro de producción ubicado en Panamá, son enviadas diariamente a México, donde son empacadas en dispositivos conocidos como “clauteas”, diseñados específicamente para su dispersión aérea.
El especialista explicó que en el país se realizan hasta siete liberaciones diarias mediante vuelos programados que utilizan aeronaves equipadas con el sistema DAHL (Dispositivo de Apoyo para la Liberación de Moscas Estériles), una tecnología que asegura una distribución uniforme y controlada de los insectos.
Antes de cada operación, se diseñan polígonos de liberación que identifican con precisión las zonas con mayor presencia de la plaga. Estos polígonos abarcan regiones estratégicas en el Istmo de Tehuantepec, así como en los estados de Oaxaca, Veracruz y Chiapas, donde se ha detectado actividad reciente del gusano barrenador, tanto en animales como en humanos, especialmente desde su reintroducción en 2024.
El coordinador del programa explicó que cada avión cubre un área promedio de 50 kilómetros de ancho por 100 kilómetros de largo, conocida como “parrilla de liberación”, y se adapta según el nivel de infestación. “Gracias a estos vuelos diarios, se mantiene una cobertura constante que permite ejercer un combate sostenido contra las poblaciones silvestres del gusano barrenador”.
La estrategia se basa en la técnica del insecto estéril, que consiste en criar, esterilizar y liberar machos que, al copular con hembras silvestres, generan huevos infértiles, rompiendo así el ciclo reproductivo de la plaga. Esta medida busca prevenir casos de miasis, una enfermedad parasitaria que puede afectar gravemente tanto al ganado como a las personas.

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Oaxaca, Veracruz y Chiapas se han convertido en los principales frentes de combate contra el gusano barrenador del ganado.
Foto: Jhonatan González