La Razón Online

Un plan de paz de 28 puntos negociado en secreto entre enviados de Estados Unidos y Rusia abrió un nuevo frente de tensión diplomática en torno al futuro de Ucrania. La propuesta, revelada por Axios y ampliada por el Financial Times y Reuters, plantea concesiones territoriales, recortes militares y condiciones políticas que alterarían de manera profunda la soberanía ucraniana, mientras el país enfrenta una de las jornadas más letales de la guerra.

De acuerdo con fuentes estadounidenses anónimas, el borrador permitiría a Rusia obtener control total sobre Lugansk y Donetsk, a pesar de que Kiev mantiene cerca del 15 por ciento de ese territorio. Aunque el área se declararía desmilitarizada y Moscú no podría desplegar tropas allí, la exigencia implicaría la entrega oficial del Donbás. En contraparte, el Kremlin debería devolver zonas ocupadas en Jersón y Zaporiyia.

Las conversaciones, según las fuentes, fueron conducidas por Steve Witkoff, representante de Donald Trump para Rusia y Oriente Medio, y Kiril Dmitriev, emisario del Kremlin. Ambos establecieron un canal informal entre Moscú y Washington que, según las publicaciones, no cuenta con un respaldo formal confirmado por la administración Trump. Por su parte, Qatar y Turquía participan como mediadores y coautores del marco propuesto.

Asimismo, el plan exigiría reducir a la mitad el tamaño de las fuerzas armadas ucranianas, limitar categorías de armamento y disminuir la asistencia militar estadounidense. También incluiría reconocer el ruso como idioma oficial del Estado y otorgar estatus formal a la rama ucraniana de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Para Kiev, todas estas condiciones serían inaceptables.

Por su parte, el líder ucraniano, Volodimir Zelenski, ha reiterado que no aceptará la cesión de ninguna parte del territorio ucraniano y que continuará negociando únicamente si Kiev mantiene un asiento pleno en cualquier mesa de diálogo. En un mensaje difundido en Telegram, subrayó que el liderazgo estadounidense debe “seguir siendo eficaz” para frenar la agresión rusa y alcanzar una paz duradera.

Mientras tanto, en Ternópil, al menos 25 personas, incluidos tres niños, murieron durante la madrugada de ayer por drones y misiles rusos que destruyeron viviendas y provocaron incendios en altura. Otras 73 personas resultaron heridas. El ataque masivo incluyó 476 drones y 48 misiles según autoridades ucranianas.

Mientras que en Ankara, Zelenski y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistieron en retomar el “proceso de Estambul”, que produjo los últimos intercambios de prisioneros pero no avances sustantivos. El Kremlin, por su parte, negó la existencia de cualquier nuevo plan de paz. El Ministerio de Exteriores, afirmó que Moscú no ha recibido propuesta alguna “a través de los canales oficiales” y calificó los reportes de especulación.

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Negociación indirecta impone exigencias severas para Ucrania.

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