
El candidato fue apoyado por Trump; aspirantes presionan por la publicación de conteo de votos; observadores internacionales piden que se respete el proceso electoral
La Razón Online

La divulgación del primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó una tendencia que comenzó a perfilarse desde el cierre de urnas: el derechista, Nasry Asfura, del Partido Nacional de Honduras, encabeza el conteo preliminar con 530 mil 073 votos, equivalente al 40.6 por ciento de las actas procesadas hasta el 34.25 por ciento del escrutinio total, hasta el cierre de esta edición.
La publicación de estas cifras, retrasada por varias horas respecto a lo que la ley establece, dejó incertidumbre en una jornada marcada por acusaciones de fraude, expectativas tensas y un país atento a cada movimiento institucional.Los datos oficiales colocan en segundo lugar a Salvador Nasralla, candidato del Partido Liberal, con 506 mil 326 sufragios, un 38.7 por ciento del total parcial. En tercera posición Rixi Moncada, del oficialista Partido Libre, con 255 mil 972 votos, equivalentes al 19.6 por ciento, en un escenario donde se prevé que la tendencia pueda modificarse conforme avancen las transmisiones del sistema TREP.
Aunque se trata de cifras preliminares, el panorama de momento perfila una contienda estrecha entre los dos primeros candidatos, mientras la representante oficialista insiste en esperar el 100 por ciento de las actas.
El retraso en la difusión del primer corte alimentó el nerviosismo en un país donde la sombra de comicios cuestionados ha marcado procesos recientes. Por ley, el primer reporte debía publicarse tres horas después del cierre de urnas, es decir, a las 20:00 horas, tiempo local, pero las prórrogas en centros con afluencia y problemas logísticos internamente reconocidos por el CNE postergaron el boletín hasta pasadas las 22:00 horas. Aún así, la conferencia volvió a retrasarse y los tres consejeros, Ana Paola Hall, Marlon Ochoa y Cosette López-Osorio, aparecieron brevemente sin ofrecer la información prometida.
34.25 Por ciento de las actas computadas lleva el CNE
40.6 Por ciento de los votos son para Nasry Asfura
Minutos después, finalmente se dio lectura a los resultados, junto con el anuncio del portal digital donde se actualizarán las cifras. La presidenta del CNE reconoció que el organismo “no estaba listo para proyectar los resultados preliminares”, una declaración que no frenó la sensación de opacidad. La demora también reactivó cuestionamientos sobre el rol asignado a las Fuerzas Armadas, responsables del resguardo y traslado de actas bajo un estado de excepción vigente desde 2022.
En tanto, los tres principales candidatos reclamaron certidumbre. “No tengamos a un país en espera, en ascuas, en tiniebla. Hágalo por el bien de la democracia”, exigió Asfura en uno de los momentos más citados de la jornada. Nasralla, por su parte, apeló a su estilo habitual al escribir en X: “Dios cuide la voluntad del pueblo, nos libre de todo intento de fraude y nos guarde firmes hasta el último momento”. Moncada, en contraste, pidió esperar la totalidad de las actas y convocó a su militancia a “mantenerse en pie de lucha”.
Durante la tarde del domingo, diversas formaciones publicaron resultados que daban ganadores distintos. Libre aseguró que su candidata iba “excelente”, Nasralla afirmó que alcanzaría “el 50 por ciento de los votos”, mientras simpatizantes de Asfura presumían ventaja. Este ambiente reforzó la presión sobre el CNE para que transparentara la información sin más aplazamientos.
Mientras que desde Estados Unidos, el Departamento de Estado informó que seguía “de cerca” los acontecimientos, reconociendo la “gran participación” ciudadana y llamando a permitir que la misión de observación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) cumpliera sin interferencias. En el país se desplegaron 32 mil observadores nacionales y más de 800 internacionales, que reflejaron la magnitud y sensibilidad del proceso.
La presencia militar en los centros de votación, bajo el estado de excepción que sigue vigente desde 2022, generó inquietudes adicionales entre organismos nacionales y observadores. Algunos reportaron que la intervención de uniformados dificultó tareas en distintas mesas receptoras. Las autoridades castrenses advirtieron además que sólo reconocerán los resultados oficiales del total de actas, sin atender datos de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), una postura que añadió más tensión al cierre de la jornada.
El componente externo se amplificó con la intervención del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien, en días pasados, declaró su apoyo explícito a Nasry Asfura y anunció su intención de indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en Estados Unidos. El magnate advirtió también sobre posibles recortes en la ayuda económica si el candidato del Partido Nacional no resultaba vencedor. Sus mensajes se sumaron al respaldo público del presidente argentino Javier Milei hacia el mismo aspirante. Las reacciones no se hicieron esperar: la candidata oficialista calificó esas declaraciones de “totalmente intervencionistas”.
En tanto, las elecciones se desarrollaron con un trasfondo político marcado por la polarización, la pobreza estructural, que afecta a más del 60 por ciento de los hogares, y la violencia atribuida al crimen organizado. Honduras afronta un estado de excepción prolongado, cuestionado por organismos de derechos humanos, pero defendido por el gobierno como un instrumento necesario ante las condiciones de seguridad. En este contexto, los candidatos buscan capitalizar las preocupaciones ciudadanas con discursos que giran en torno a la corrupción, el narcotráfico, la estabilidad institucional y la oportunidad económica.
Nasry Asfura ha insistido en impulsar “desarrollo y oportunidades para todos” y atraer inversiones, al tiempo que intenta distanciarse de Juan Orlando Hernández, afirmando no tener “ningún vínculo” con el exmandatario. A su vez, Nasralla, en su cuarto intento por llegar a la presidencia, denuncia que en 2017 le “robaron” la victoria y asegura que su gobierno lucharía para “barrer con el nepotismo”. Mientras que Moncada, cercana a la presidenta Xiomara Castro, planteó reformas económicas y la defensa de los recursos naturales como ejes de su campaña.
En este escenario, más de 6.5 millones de hondureños fueron convocados a elegir presidente, diputados al Parlamento, representantes al Parlamento Centroamericano y autoridades de los 298 municipios del país.
PIE DE FOTO:
Nasry Asfura, candidato presidencial por el Partido Nacional, durante las elecciones generales en Tegucigalpa.
FOTO: AGENCIAS

