NEIN GÓMEZ NOTICIAS

A menos de un mes para la prueba de resistencia más exigente a nivel mundial, el ultramaratonista chiapaneco Juan Diego Robles Jiménez, del club Trotamundos de Chiapas, culminó con éxito un extenuante entrenamiento de 26 horas, acumulando un total de 192 kilómetros. Este último y decisivo esfuerzo lo deja preparado para enfrentar el mítico Spartathlón, una carrera de 246 kilómetros que se celebrará los próximos 27 y 28 de septiembre en Atenas, Grecia.
Acompañado en todo momento por su mentor y colega de equipo, el experimentado Oscar de los Santos, mejor conocido en el mundo del ultra fondo como «4 Pilas 100K», Robles Jiménez concluyó la maratónica jornada de preparación en el parque Joyyo Mayu de Tuxtla Gutiérrez, justo a las 7:45 de la mañana de este domingo. La dupla demostró una vez más la fortaleza mental y física que exige el deporte, superando obstáculos y condiciones climáticas adversas.
El recorrido, que comenzó el sábado a las 6:00 de la mañana en Caña Hueca, se extendió a lo largo del día y la noche, atravesando diversos puntos geográficos de Chiapas, incluyendo Chiapa de Corzo, la ribera Las Flechas, la colonia 20 de noviembre, Santo Domingo, Acala, El Aguacero, El Escopetazo y Multajó. Tras este periplo, los corredores emprendieron el regreso a la capital chiapaneca para dar por finalizado su entrenamiento en el emblemático parque Joyyo Mayu.
Visiblemente fatigados, con las marcas del cansancio en el rostro y los pies adoloridos, ambos atletas realizaron su último trote a la orilla del lago, sellando así el cumplimiento de su meta. Al término de la sesión, el médico Edmundo Villafuerte revisó a Juan Diego, destacando su notable fortaleza física y un inquebrantable espíritu de lucha que le permitió completar sin mayores contratiempos las 26 horas de ejercicio. El doctor le proporcionó algunas recomendaciones esenciales para la recuperación post-entrenamiento, cruciales para su próxima competencia en Grecia.
En declaraciones a la prensa, Oscar de los Santos reconoció que el desafío no fue menor: «El entrenamiento no nos resultó nada fácil. Tuvimos que sortear condiciones adversas de frío y lluvia, y la falta de apoyo vial, de hidratación y de frutas fue notoria. De hecho, en el tramo de la colonia 20 de noviembre, Juan Diego tuvo un problema estomacal. Sin embargo, gracias a Dios, desafiamos todo lo anterior y el resultado está a la vista: completamos el entrenamiento y cumplimos con los 192 kilómetros».
Por su parte, Juan Diego Robles Jiménez aprovechó la ocasión para agradecer a quienes lo apoyaron en esta travesía. Extendió un reconocimiento especial a su compañero Bernardino Luna, también del club Trotamundos, quien lo acompañó corriendo en el tramo inicial de la ruta. Asimismo, destacó el invaluable apoyo de su hijo Franklin, quien lo asistió desde una motocicleta, fungiendo como escolta y resguardo vial durante parte de la jornada. Con este exhaustivo y exitoso entrenamiento, el atleta chiapaneco se declara en las mejores condiciones para representar a México en la histórica carrera que une las ciudades de Atenas y Esparta, emulando la hazaña del mensajero griego Filípides.
PIE DE FOTO: Juan Diego Robles Jiménez aprovechó la ocasión para agradecer a quienes lo apoyaron en esta travesía. Extendió un reconocimiento especial a su compañero Bernardino Luna, también del club Trotamundos.
FOTO: NEIN GÓMEZ
