
El conflicto ocurre en un contexto de profundos cambios en la histórica institución cultural
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Una nueva controversia sacude al Centro Kennedy de las Artes Escénicas luego de que su director, Richard Grenell, enviara una carta al músico Chuck Redd en la que le advierte que podría demandarlo por un millón de dólares, tras la cancelación de su tradicional concierto anual de jazz en señal de protesta por el cambio de nombre de la institución para incluir el del presidente Donald Trump.
De acuerdo con información publicada por The New York Times, que obtuvo una copia de la misiva, Grenell acusa a Redd de haberse retirado “en el último momento” del concierto de Nochebuena que ofrecía desde 2006, y de haberlo hecho explícitamente como respuesta al nuevo nombre del recinto cultural. En la carta, el director califica la decisión del músico como un acto de “intolerancia clásica” que resulta “muy costoso para una institución artística sin fines de lucro”.
Grenell advierte además que esta comunicación constituye un “aviso oficial” de que el Centro Kennedy le exigirá a Redd un millón de dólares en daños y perjuicios, al considerar que la cancelación responde a una “maniobra política”. El músico, reconocido baterista y vibrafonista, no ha emitido comentarios públicos hasta el momento sobre la amenaza legal, la cual le fue enviada el viernes.
El conflicto ocurre en un contexto de profundos cambios en la histórica institución cultural. Tras regresar al poder, el presidente Trump destituyó a la junta directiva del Centro Kennedy, la reemplazó por aliados cercanos y se autoproclamó presidente de la institución. En febrero, nombró a Grenell como director del recinto, una decisión que ya había generado inquietud en sectores culturales y artísticos.
La semana pasada, la nueva junta directiva votó a favor de modificar el nombre del Centro, originalmente dedicado al expresidente John F. Kennedy, asesinado en 1963. A partir de esa decisión, el recinto pasó a llamarse oficialmente Centro Conmemorativo Donald J. Trump y John F. Kennedy para las Artes Escénicas, un cambio que se concretó apenas seis días antes de la Navidad y que provocó una oleada de críticas.
La controversia también llegó al ámbito legal. La congresista demócrata por Ohio, Joyce Beatty, presentó una demanda en la que sostiene que el cambio de nombre requiere una ley aprobada por el Congreso, dado el estatus federal y simbólico del Centro Kennedy.
El caso de Chuck Redd se ha convertido así en un nuevo punto de tensión entre la política y el mundo cultural, reavivando el debate sobre la autonomía de las instituciones artísticas, la libertad de expresión de los creadores y los límites de las decisiones administrativas en espacios dedicados a las artes. Mientras tanto, la amenaza de demanda añade un componente legal a una polémica que parece lejos de resolverse.
FOTO: CORTESÍA
PIE DE FOTO: Mientras tanto, la amenaza de demanda añade un componente legal a una polémica que parece lejos de resolverse.

