Su trabajo documental revela la evolución de comunidades, festividades, paisajes y personajes que habitan su entorno

Karla Gómez  NOTICIAS

En la lente de Tania Pastrana, el tiempo se detiene. La fotógrafa originaria de la Mixteca oaxaqueña, específicamente de la ciudad de Huajuapan de León, encuentra en cada captura una manera de hacer visible la historia y expresar sus sentimientos. Con más de diez años de experiencia, su trabajo documental revela la evolución de comunidades, festividades, paisajes y personajes que habitan su entorno, siempre con una mirada profunda y sensible. Para Tania, la fotografía es más que un arte; es un medio para contar historias que trascienden generaciones y fronteras.

Graduada en Ciencias de la Comunicación con especialidad en fotografía, Tania ha realizado seis exposiciones individuales y ha participado en más de veinte colectivas. Su pasión por el registro documental ha sido nutrida por la vida misma y la convivencia con comunidades. “El trabajo documental me gusta mucho porque puedo jugar con los elementos que coloco en mi estudio, además de ver la evolución que van teniendo las comunidades a lo largo de los años”, comparte la artista.

Un ejemplo de este enfoque es su trabajo en San Martín Tilcajete, uno de los 570 municipios de Oaxaca. Durante casi cinco años, Tania ha documentado sus festividades, observando cómo la participación extranjera ha transformado las dinámicas del lugar. Este tipo de registros son los que más le apasionan, ya que permiten ver los cambios culturales y sociales a través de los años.

Pero su lente no solo se ha posado sobre San Martín Tilcajete. Tania ha capturado momentos icónicos de otras festividades oaxaqueñas como la Guelaguetza y carnavales en municipios cercanos, explorando la naturaleza artística y folclórica de cada celebración. Sus retratos de hombres y mujeres en el campo, en sus graneros o en plena fiesta, ofrecen una mirada íntima y honesta de la identidad regional.

En 2013, Tania fundó el Taller Chinuni, un espacio de residencias e intercambios artísticos que buscaba promover la educación artística en Oaxaca, vinculándola con otras ciudades y países. Sin embargo, el proyecto tuvo que ser pausado debido a la pandemia de COVID-19. A pesar de este contratiempo, Tania ha continuado su labor artística de manera autodidacta. Sus primeros pasos en la fotografía fueron realizando registros de museos, lo que la llevó a exponer en recintos como el Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca, el Museo de la Ciudad de México, y la Universidad de la Sierra de Juárez.

Además, sus imágenes han sido publicadas en revistas internacionales como Forbes y Fish Eye, y sus retratos de artistas han sido incluidos en catálogos de arte. Su más reciente exposición, El acto fotográfico como arte, fue presentada en el Museo Regional de Huajuapan (MUREH), donde expuso 21 fotografías que muestran la vida en la Mixteca y otras regiones de Oaxaca.

Esta exposición incluye imágenes tomadas en los últimos seis años, donde retrata fiestas tradicionales como la Guelaguetza, la matanza de chivos en Huajuapan, la hacienda El Rosario, y una serie de granos y semillas, un proyecto que desarrolló durante la pandemia. Tania Pastrana sigue consolidándose como una de las voces más auténticas en el ámbito de la fotografía documental en México, siempre con la mirada puesta en su tierra y su gente, capturando lo efímero y lo eterno en cada disparo de su cámara.

La obra de Tania no solo destaca por su calidad técnica, sino por la narrativa que construye, donde cada imagen cuenta una historia más allá de lo evidente. Su lente, inspirado por la vida y las comunidades, es un puente entre el pasado y el presente, entre lo personal y lo universal.

Foto: Cortesía

Pie de foto: La obra de Tania no solo destaca por su calidad técnica, sino por la narrativa que construye.