En el Castillo de Chapultepec

STAFF NOTICIAS

Recordar y reavivar las tradiciones que han ido desapareciendo con el paso del tiempo es uno de los principales propósitos de Navidades en México, el espectáculo que cada año presenta el Ballet Folklórico de Amalia Hernández en el emblemático Castillo de Chapultepec. A través de danzas tradicionales, vestuarios llenos de color y una cuidada puesta en escena que incorpora elementos contemporáneos, la agrupación logra crear una atmósfera festiva y profundamente emotiva que conecta al público con las celebraciones decembrinas del país.

Posadas, La Rama, los nacimientos mexicanos y los villancicos de los siglos XVII y XVIII conforman el eje narrativo de este montaje, que se presenta del 25 de diciembre al 11 de enero y que espera recibir alrededor de 20 mil espectadores durante la temporada. Para Salvador López López, director general del Ballet Folklórico de Amalia Hernández, este proyecto representa una aportación directa a la preservación del patrimonio cultural inmaterial. “Las posadas se van perdiendo y este espectáculo permite recordar tradiciones como La Rama o el Año Viejo, además de acercarlas a nuevas generaciones”, señaló.

Uno de los objetivos centrales de Navidades en México es la formación de nuevos públicos. De acuerdo con López López, niños y jóvenes acuden al espectáculo y descubren, a través de la danza, otras alternativas culturales que despiertan su interés por conocer más sobre las tradiciones del país. Esta experiencia, explicó, puede convertirse en una puerta de entrada a otros eventos artísticos y al reconocimiento de la diversidad cultural de México.

Durante el recorrido escénico, el público presencia la recreación de la Anunciación, el montaje de un nacimiento viviente y la llegada de los Reyes Magos con ofrendas para el Niño Dios. El cierre es una posada tradicional con peregrinos, letanías y piñatas, que incluso se acercan al público para que los niños participen activamente. Este gesto busca reforzar el carácter comunitario de la celebración y recuperar prácticas que hoy muchos desconocen.

En su temporada número 18 en el Castillo de Chapultepec, Navidades en México se renueva con la incorporación de videomapping, mejoras en audio e iluminación y la instalación de nuevas gradas que optimizan la visibilidad del espectáculo. A ello se suman danzas recientes de Guerrero y Chiapas, como los zapateados de tarima de Tixtla y piezas de la región montañosa de Chilpancingo e Iguala, además de un popurrí chiapaneco acompañado por música de marimba.

El montaje se distingue también por sus vestuarios, que incluyen piezas históricas del Ballet Folklórico de Amalia Hernández y otros elaborados por artesanos de estados como Puebla, Guerrero y Chiapas. Con música en vivo, un coro de 26 voces, 30 instrumentistas y entre 50 y 60 bailarines en escena, el espectáculo ofrece un despliegue visual y sonoro que se integra de manera armónica con la arquitectura del Castillo de Chapultepec.

Tras esta temporada, la compañía continuará con una intensa agenda artística que incluye funciones en el Palacio de Bellas Artes por el Día del Mariachi y nuevos proyectos para 2026, como colaboraciones con la Orquesta Sinfónica Nacional y el regreso de La muerte en México está más viva que nunca. Así, el Ballet Folklórico de Amalia Hernández reafirma su compromiso con la difusión, renovación y preservación de las tradiciones mexicanas, llevando al escenario un mosaico cultural que sigue vivo y en constante transformación.

FOTO: CORTESÍA

PIE DE FOTO: En su temporada número 18 en el Castillo de Chapultepec, Navidades en México se renueva con la incorporación de videomapping.