KARLA GÓMEZ NOTICIAS

Este 28 de diciembre, se celebran 15 años del fallecimiento del marimbista Zeferino Nandayapa.

Descendiente de un linaje de constructores de marimbas. Desde muy temprana edad, su destino parecía marcado por este instrumento emblemático de la música chiapaneca. A los tres años, su padre le construyó su primera marimba, y a los siete comenzó a interpretar melodías que lo encaminaron a convertirse en un virtuoso del instrumento y un referente indiscutible para toda una generación de músicos.

Zeferino Nandayapa llevó la marimba más allá de los límites de Chiapas y de México. Fue uno de los pocos intérpretes de este instrumento que ofreció conciertos en escenarios de renombre mundial, como el Carnegie Hall de Nueva York, y colabora con orquestas de prestigio, incluyendo la Filarmónica Real de Londres y la Orquesta de la Comunidad de Madrid. Su talento y dedicación le valieron reconocimientos internacionales, como el otorgado por el Comité de la Excelencia Europea.

Su formación musical se consolidó en la Ciudad de México, a donde llegó a los 21 años para estudiar piano en el Conservatorio Nacional de Música, bajo la dirección de Blas Galindo y con Carlos Chávez como profesor. La falta del piano no detuvo su talento; adaptó las lecciones al instrumento que mejor conocía, la marimba, sorprendiendo a sus maestros con interpretaciones de Bach y Mozart.

En 1956 fundó su primer grupo, Maderas Chiapanecas, y en 1958 la Marimba Nandayapa, con la que participó en importantes grabaciones de la música popular mexicana junto a artistas como Agustín Lara y Toña La Negra. Más tarde, en 1960, conformó el Cuarteto Clásico Nandayapa, y en 1972 se presentó en los Juegos Olímpicos de Múnich con una magistral versión de la Tocata y fuga en re menor, BWV 565, de Bach. En 1977, sus hijos se unieron a él para formar Hermanos Nandayapa, consolidando una tradición familiar en torno a la marimba.

FOTO: KARLA GÓMEZ

PIE DE FOTO: Su formación musical se consolidó en la Ciudad de México.