Esta ceremonia ancestral es objeto de estudio del Proyecto Gran Nayar

Isabel Nigenda Noticias

Cada 24 de junio, en La Muuchatena, un imponente peñón de roca ubicado a orillas del río San Pedro Mezquital, en el estado de Nayarit, se lleva a cabo una festividad única que fusiona la cosmovisión indígena con la tradición católica. Los peregrinos nayeri o coras de las comunidades Presidio de los Reyes, San Juan Corapan y San Pedro Ixcatán se congregan en este lugar para rendir homenaje a san Juan Bautista y celebrar la Fiesta de los Sanjuanitos.
Esta ceremonia ancestral es objeto de estudio del Proyecto Gran Nayar, llevado a cabo por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El objetivo es comprender y preservar las tradiciones y rituales de los pueblos indígenas de la región.
Según la investigación realizada por el Centro INAH Nayarit, encabezada por el investigador Francisco Javier Samaniega Altamirano en 2016, La Muuchatena ocupa un lugar central en la cosmogonía de los nayeris. Según su creencia, en ese lugar comenzó el ascenso de las nubes desde la costa nayarita hacia la Sierra Madre Occidental.
En el relato de origen, los tecuat o «dioses de los cerros» impedían el paso de las nubes hacia la sierra, impidiendo la caída de la lluvia. Para solucionar esta situación, diferentes animales como el águila, el venado, el tigre, el tejón y el sapo se unieron para llevar la primera tormenta hacia la sierra, como si estuvieran volando una cometa.
Los tecuat lanzaron rayos contra estos animales, pero solo el sapo sobrevivió al dejar sus huevos en cada uno de los cañones de la sierra. Cuando un sapo era alcanzado por un rayo, otro sapo nacido y listo para cantar continuaba jalando la nube hacia el siguiente cañón. Esta sinergia se mantuvo hasta que un último sapo entregó la nube de lluvia para irrigar la Mesa del Nayar.
La lluvia llegó así al Gran Nayar, y cada 24 de junio se celebra la Fiesta de los Sanjuanitos en La Muuchatena, donde se entrelazan las costumbres nayaritas con la tradición católica. La festividad comienza alrededor de las 10 de la mañana, cuando las esculturas de madera policromada de los sanjuanitos, que datan del siglo XVIII, son preparadas en los templos católicos de las comunidades mencionadas.
La procesión de los nayeris es acompañada por huicholes, tepehuanos del sur, mexicaneros y mestizos nayaritas, quienes se dirigen hacia el río San Pedro Mezquital. Durante el recorrido, se realiza la danza correlona o de la urraca, que ritualiza el mito de los dioses cerros y los tecuat. Los participantes llevan nagüillas (faldas) y coronas floridas que representan los cerros y la lluvia. Portan también un abanico de madera en la mano izquierda y una sonaja metálica en la derecha.
Una vez llegan al río, frente a La Muuchatena, se colocan arcos de flores sobre paliacates extendidos en la arena, y se crea un altar central compuesto por elementos como algodón, flores, tamales de sal, velas, veladoras y tzicuri (cruces de estambre conocidas como «ojos de Dios»).
Al mediodía, las esculturas de los sanjuanitos son llevadas por nadadores varones hasta la orilla del río San Pedro Mezquital, donde son presentadas frente a La Muuchatena y bañadas en sus aguas sagradas. Los nadadores lanzan agua hacia el cielo, generando una lluvia simbólica en medio de la estación seca, mientras estallan cohetes y el humo de copal llena el ambiente.
En esta tradición nayarita, La Muuchatena representa el lugar donde los seres vivos demostraron ser merecedores de la lluvia. Paradójicamente, durante esta festividad, es san Juan Bautista, el santo que sacramenta a Jesús en la tradición católica, quien es bautizado por los coras. Le visten con la vestimenta tradicional indígena y le rezan para superar todas las adversidades.
La Fiesta de los Sanjuanitos en La Muuchatena es un evento de profundo significado cultural y espiritual para las comunidades indígenas de Nayarit. Representa la unión entre sus creencias ancestrales y la religión católica, así como la reverencia y gratitud hacia la lluvia, elemento vital para la vida y la agricultura en la región. Esta celebración, llena de colorido y tradiciones, se mantiene viva gracias al compromiso de preservar y valorar la riqueza cultural de los pueblos originarios de México.

Foto: Cortesía. – La Fiesta de los Sanjuanitos en La Muuchatena.