El 20 y 21 de noviembre en el Foro Telar Teatro, el grupo de teatro de Oaxaca Pelo de Gato presentó la puesta en escena de Esmeralda Aragón
Isabel Nigenda NOTICIAS
Pie de foto: “El Coyul”, de Esmeralda Aragón.
Como parte del Circuito Nacional de Artes Escénicas en Espacios Independientes en el marco del Proyecto Chapultepec, Naturaleza, el 20 y 21 de noviembre en el Foro Telar Teatro el grupo de teatro de Oaxaca Pelo de Gato presentó la puesta en escena “El coyul”, de Esmeralda Aragón. La obra se encuentra bajo la dirección de Esmeralda Aragón y Tavo Lastra.
En entrevista, la actriz, directora y fundadora del grupo de teatro Esmeralda Aragón, mencionó que la idea de la obra inició a gestarse cuando tenía ocho meses de embarazo, tiempo en el que dejó de trabajar y dar funciones. Durante un mes de descanso, “mientras se deshinchaban los pies”, se dedicó a escribir algunos relatos acerca de algunos hechos cotidianos que habitan su pueblo El Coyul.
De acuerdo a lo dicho, Esmeralda Aragón decidió abrir una página en internet, en aquel espacio virtual la actriz se dedicó a subir sus relatos. Poco a poco, su comunidad fue conociendo sus escritos, los cuales llegaron a permear de asombro distintas miradas de la región de Huamelula, y otras provenientes de latitudes distantes.
“Paisanos migrantes en Estados Unidos, empezaron a leer estos relatos y les empezó a gustar. Me decían “Que chido que podamos estar cerca del pueblo con tan solo leerte”. Y después, creí que era una buena idea saltar de lo escrito, de la narrativa a la escena”, mencionó Esmeralda Aragón, quien decidió adaptar algunos de sus textos, algunas narraciones a la dramaturgia.
Fue así como creó un monólogo, con el cual ganó junto a su grupo de teatro la convocatoria de producción de teatro en la categoría de teatro comunitario, lo que les permitió darle rienda suelta a aquel proyecto que se estaba estructurando. La primera función de la obra se realizó el 17 de octubre del 2018, en el Coyul, bajo un árbol de cacahuananche, en aquel árbol colgaron una hamaca y la iluminación necesaria para dar vida aquella ilusión teatral.
En escena, la obra “El Coyul”, se hace de algunos objetos, en especial una hamaca blanca, la cuelga en una orilla del Océano Pacífico, y en un momento de la obra se transforma en una reja desde la que una persona en estado de ebriedad habla. El otro objeto es una silla de madera, la cual con el ingenio de la actriz se convierte en un comal, un fogón y un espacio cotidiano en el que transcurren conversaciones, reflexiones y otros eventos de la vida cotidiana.
La sinopsis de la obra, deja entrever la vida cotidiana de aquellos hombres que trabajan la tierra y de las mujeres que atizan el comal en El Coyul. De igual manera, la obra es una protesta por la vida, por las compañeras desaparecidas, víctimas de feminicidio. Igualmente, es una mención un recordatorio de la fragilidad y de los cambios intempestivos que proceden de los desastres
naturales como el temblor que derribó casas y escuelas en aquel pueblo que la modernidad ha querido dibujar otra cara lejos de su identidad cultural.
