KARLA GÓMEZ NOTICIAS

El 10 de octubre de 2025, el Comité Seleccionador de la Convocatoria Tesoros Humanos Vivos: Orgullo de la Chiapanequidad otorgó el nombramiento de Tesoro Humano Vivo al maestro Francisco Álvarez Montoya, distinguido integrante del Barrio de Mexicanos de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. El reconocimiento celebra su destacada labor como tintorero tradicional y tejedor en telar de pedal, oficios que ha preservado con devoción durante más de siete décadas.
La postulación fue impulsada por José Emmanuel Hernández Álvarez, el Consejo Vecinal del Barrio de Mexicanos y el Centro de Textiles del Mundo Maya A.C. (CTMM), instituciones que reconocen en Don Francisco una figura fundamental para la conservación del patrimonio textil de Los Altos de Chiapas. Querido y respetado por su comunidad, su trabajo no solo refleja un profundo conocimiento ancestral, sino también una participación constante en la vida cultural y religiosa del barrio, especialmente en las festividades de la Virgen María, en el templo de la Asunción.
Desde 2022, el área de Servicios Educativos del CTMM, en colaboración con Don Francisco y la maestra Katarin Laruelle, desarrolla una investigación que documenta su vida y obra mediante entrevistas y registros audiovisuales. Este proyecto busca salvaguardar el legado del teñido con añil y anilina, técnica que el maestro domina desde su infancia. Los resultados serán difundidos en publicaciones, simposios y talleres dirigidos a artesanos y niños, con el propósito de asegurar la transmisión de este conocimiento.
Nacido en 1941, Francisco Álvarez Montoya, conocido cariñosamente como Don Panchito, aprendió el arte del teñido y tejido de sus padres. Su madre teñía los hilos y su padre los tejía, tradición que compartían varios miembros de su familia en el emblemático Barrio de Mexicanos, también conocido como el “barrio brujo” o “de las manos negras”, por el uso del añil que ennegrece las manos de quienes lo trabajan. Hoy, Don Francisco es el último heredero vivo de esta práctica artesanal, cuyo proceso requiere disciplina, fuerza y paciencia: elaborar una tela tradicional para nahua o enredo puede llevar hasta veinte días, dependiendo del clima.
Durante la década de 1960, existían cerca de veinte talleres textiles en el barrio; el de Don Panchito era modesto, con un solo telar, pero su constancia lo convirtió en un referente. A lo largo de los años, ha participado en desfiles y eventos cívicos como la Feria de la Paz, representando los oficios tradicionales que dieron a San Cristóbal de Las Casas el reconocimiento de Ciudad Creativa por la UNESCO en 2015. Su trabajo, además, ha inspirado a nuevos proyectos textiles locales interesados en revitalizar técnicas ancestrales.
La trayectoria de Don Francisco ha trascendido fronteras: ha sido entrevistado por medios locales, nacionales e internacionales, y su historia figura en la portada del libro Menesteres de una ciudad real, que documenta los oficios tradicionales de San Cristóbal.
Por su entrega, generosidad y compromiso con la preservación de la tradición textil, Francisco Álvarez Montoya representa la esencia del programa Tesoros Humanos Vivos. Su vida es un testimonio de resistencia cultural y amor por la herencia de los pueblos de Los Altos de Chiapas, un legado que seguirá inspirando a las futuras generaciones.
FOTO: KARLA GÓMEZ
PIE DE FOTO: La trayectoria de Don Francisco ha trascendido fronteras: ha sido entrevistado por medios locales, nacionales e internacionales.