Esta exposición tiene como objetivo dar a conocer los trabajos de rehabilitación, conservación y restauración

Isabel Nigenda Noticias

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) han presentado la muestra fotográfica «Presencia de Hungría en México. Conservación del Patrimonio Artístico: Una alianza de colaboración». Esta exposición tiene como objetivo dar a conocer los trabajos de rehabilitación, conservación y restauración realizados en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, en colaboración con el gobierno de Hungría, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Comercio Exterior.
La iniciativa surge a raíz de un acuerdo de cooperación firmado el 9 de abril de 2019, con el propósito de restaurar y conservar el patrimonio cultural mexicano afectado por los sismos de 2017. Posteriormente, el 24 de noviembre de 2020, el Instituto firmó un acuerdo de aportación con el gobierno de Hungría, mediante el cual se destinaron 10 millones de pesos mexicanos para llevar a cabo un proyecto de mantenimiento, rehabilitación, conservación y restauración del Templo del Sagrado Corazón de Jesús. Este templo se encuentra ubicado en la calle Roma 14 esquina Londres, en la colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
Los trabajos, que se llevaron a cabo desde marzo de 2021 hasta marzo-abril de 2022, se enfocaron en diversas acciones, tales como la limpieza de elementos de cantera, ladrillo y madera; la eliminación de grafitis; la consolidación, reintegración y rejunteo de piezas de cantera, recinto y ladrillo, incluyendo cornisas, sillares, rodapiés y gárgolas; la restauración de los portones del templo y de la casa cural; el reemplazo de cancelería y la protección de herrería en los vitrales; y la restauración de vitrales y ventanas de carpintería de la casa cural.
La muestra fotográfica exhibe imágenes tomadas durante el desarrollo de estas obras, permitiendo al público apreciar detalladamente algunos de los trabajos realizados por el personal especializado del Centro Nacional de Conservación y Registro de Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Inbal.
Además de la restauración del Templo del Sagrado Corazón de Jesús, se destaca en esta colaboración la restauración del remate escultórico de la cúpula central del Palacio de Bellas Artes. Esta obra, realizada por el artista húngaro Géza Maróti, forma parte de un segundo acuerdo de colaboración entre el Inbal y el gobierno de Hungría. El gobierno húngaro aportó un millón de pesos para la restauración de esta obra, que consiste en un conjunto escultórico de bronce compuesto por cuatro figuras femeninas que representan los géneros teatrales: drama, tragedia, comedia y alegría. En la parte superior se encuentra el símbolo nacional del águila devorando una serpiente, el cual fue realizado a principios del siglo XX como parte de la construcción del Palacio de Bellas Artes.
Los procesos de restauración del remate de la cúpula, obra creada en 1910 por Géza Maróti, se llevaron a cabo desde el 1º de febrero hasta finales de abril del presente año. Estos procesos incluyeron una limpieza general acuosa tanto en el interior como en el exterior, la pasivación del metal, la aplicación de soldadura de estaño en áreas con perforaciones en la lámina de cobre, la regeneración de la pátina y la aplicación de una capa de protección.
Es importante destacar que Géza Maróti fue un destacado artista húngaro que logró éxitos internacionales en diversas disciplinas, como la arquitectura, la escultura, el diseño de interiores, las artes aplicadas y la teoría del arte. Trabajó en estrecha colaboración con el reconocido arquitecto Alpár Ignác, quien solicitó los servicios de Maróti para integrar obras plásticas en sus edificios. Maróti inició su carrera como cantero en el taller del escultor Ignác Oppenheimer y luego se formó de manera independiente en Budapest y Viena. En 1900, estableció su propio taller en la capital húngara y se convirtió en escultor de edificios.
La participación de Géza Maróti en la construcción del Palacio de Bellas Artes, considerado una de las «siete maravillas» de la Ciudad de México, fue significativa. Las autoridades mexicanas viajaron a Europa con la intención de contratar artistas para el Gran Teatro Nacional, que posteriormente se convirtió en el Palacio de Bellas Artes. El arquitecto encargado de este proyecto fue Adamo Boari, quien presentó los primeros borradores en 1902 y el proyecto definitivo en 1904. En el programa arquitectónico y urbanístico impulsado por el gobierno de la época, destacaba la construcción de obras monumentales en varios lugares de la capital, incluyendo la edificación de un teatro moderno utilizando las técnicas de construcción más innovadoras. Uno de los objetivos principales de la construcción del Palacio de Bellas Artes era contar con una estructura que brindara protección contra incendios, una de las principales preocupaciones de la época. La cortina de cristal fue encargada a la Casa Louis C. Tiffany de Nueva York y fue exhibida antes de ser enviada por barco a la Ciudad de México.
Las contribuciones de Géza Maróti al Palacio de Bellas Artes incluyen el remate de bronce repujado de la cúpula, el plafón titulado «Apolo y las musas» y el arco que cierra el proscenio de la Sala Principal.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Templo del Sagrado Corazón de Jesús.