Karla Gómez NOTICIAS
Con funciones agotadas desde su inicio, la Compañía Nacional de Danza (CND), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), ha conquistado al público con su nueva versión de Lago de los cisnes, que se presenta del 9 al 17 de noviembre en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Esta propuesta coreográfica de dos actos y cuatro escenas, a cargo de Cuauhtémoc Nájera, está basada en los originales de Marius Petipa y Lev Ivanov, y ha logrado cautivar tanto a conocedores como a nuevos espectadores.
La temporada arrancó con gran expectativa y más de mil personas abarrotaron las primeras funciones. La Orquesta del Teatro de Bellas Artes, dirigida magistralmente, comenzó a interpretar los acordes iniciales de la icónica música de Piotr Ilich Chaikovski, desatando una atmósfera de magia y anticipación entre los asistentes. Desde el primer momento, la emblemática pieza demostró su vigencia, transportando al público al mundo de la lucha entre el bien y el mal, el amor y la traición.
Los roles principales estuvieron a cargo de destacados bailarines: Greta Elizondo como Odette-Odile, Alejandro Hidalgo como el Príncipe Sigfrido, y Roberto Rodríguez como el hechicero Von Rothbart. Greta Elizondo, quien ya había interpretado anteriormente al Cisne Blanco, compartió que asumir ambos papeles –el cisne blanco y el cisne negro– en una misma puesta en escena fue un desafío enriquecedor: “Es como debería mostrarse siempre esta obra. He bailado varias versiones de Lago, pero nunca desde cero, con toda la coreografía. Es un proceso largo, donde nos tomamos mucho tiempo para revisar cada detalle. Reaprender siempre es interesante, te permite abordar al personaje desde otro lugar. Al público le ha encantado hasta este momento”.
Esta nueva versión, que debutó en el Auditorio Nacional el 12 de octubre de 2024 con localidades agotadas, se ha destacado por su fidelidad a la esencia del clásico, sin renunciar a una lectura contemporánea de sus personajes. Cuauhtémoc Nájera, coreógrafo de la producción, explicó que Lago de los cisnes sigue siendo una historia profundamente relevante: “Aunque parece una historia fantástica de hermosos cisnes, es una narración actual sobre las consecuencias de nuestras decisiones. Odette, Sigfrido y Von Rothbart podrían ser cualquiera de nosotros, enfrentando las repercusiones de no controlar nuestros impulsos o no cumplir nuestras promesas”.
Nájera enfatizó que la esencia de Odette representa a cualquier persona, especialmente a una mujer, que defiende su dignidad y enfrenta las consecuencias de rechazar imposiciones: “Si los creadores originales hubiesen nacido en 2001, esta historia correría por redes sociales, pero seguiría siendo la misma”.
En esta versión, el coreógrafo buscó resaltar la humanidad de cada personaje, sin optar por una coreografía contemporánea. En cambio, se mantuvo fiel al lenguaje artístico tradicional, destacando la profundidad emocional y los conflictos internos que atraviesan los protagonistas. Este enfoque ha sido clave para conectar con la audiencia y ofrecer una interpretación que, sin dejar de ser clásica, se siente cercana y vigente.
El entusiasmo del público fue palpable a lo largo de cada función, con ovaciones que despidieron a las bailarinas y bailarines de la CND en cada presentación. La respuesta positiva del público confirma que esta nueva versión de Lago de los cisnes sigue siendo un clásico indispensable en el panorama cultural de México.
La temporada continúa hasta el 17 de noviembre, brindando a los amantes del ballet la oportunidad de disfrutar de este clásico universal en el máximo recinto artístico y cultural del país.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: La temporada continúa hasta el 17 de noviembre, brindando a los amantes del ballet la oportunidad de disfrutar de este clásico universal en el máximo recinto artístico y cultural del país.