KARLA GÓMEZ NOTICIAS

La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) inaugura su segunda temporada 2025, titulada Fronteras, con el programa Concierto mexicano. Primera parte, una velada que celebra la riqueza y diversidad de la música nacional. Bajo la batuta de su director artístico, Ludwig Carrasco, el público podrá disfrutar de dos funciones: el viernes 12 de septiembre a las 20:00 horas y el domingo 14 a las 12:15 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

El programa abre con Chapultepec, tríptico sinfónico, de Manuel M. Ponce, una obra emblemática del repertorio orquestal mexicano. Sus tres movimientos —Primavera, Nocturno y Canto y danza— trazan un nostálgico retrato del Bosque de Chapultepec, evocando tanto su belleza natural como su valor histórico. Con un lenguaje impresionista y refinada orquestación, Ponce captura el espíritu de un México en transformación, cuya esencia perdura en la memoria musical.

La OSN continuará con el estreno mundial de la versión orquestal de Sed de mar, ciclo para soprano y orquesta del joven compositor Diego Adrián Jiménez Villagrana, basado en el libro homónimo de la escritora Esther Seligson. Concebida originalmente para voz y piano, esta obra adquiere nuevas dimensiones sonoras al incorporar la orquesta, con un papel destacado para dos arpas dispuestas especialmente en escena. La soprano Jacinta Barbachano, quien ha acompañado al compositor desde el origen de la pieza, dará vida a esta exploración poética en siete movimientos sobre el deseo, la memoria y el mar como metáfora vital.

Posteriormente, resonará una de las partituras más festivas del repertorio nacional: Sones de mariachi, de Blas Galindo. Escrita en 1940 a partir de los sones El zopilote, Los cuatro reales y La negra, la obra transforma en lenguaje sinfónico la vitalidad del mariachi tradicional. Su versión para gran orquesta, realizada a petición de Carlos Chávez, se ha convertido en un homenaje vibrante a la tradición jalisciense y en una de las piezas favoritas del público.

El viaje musical continúa con la Suite Veracruz (1957), de Daniel Ayala Pérez, compuesta como tributo al espíritu del pueblo veracruzano. A través de sus tres movimientos —Danzoneta, Nocturno y Baile—, la obra despliega un abanico de ritmos y colores que reflejan la riqueza cultural de la región: desde la cadencia afroantillana hasta la herencia colonial y el mestizaje sonoro.

El cierre estará marcado por una obra de gran fuerza coral: Corridos (1941). Inspirada en el cancionero popular, incluye los textos de La indita, Las dos Marías, Romance de Román Castillo y Los Dorados. Con sencillez expresiva y una orquestación eficaz, esta partitura plasma la épica y la cotidianeidad del México rural, dando voz a héroes, villanos y leyendas a través de la música. La interpretación estará a cargo de la OSN, en colaboración con el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes y la Coordinación Nacional de Música y Ópera del INBAL.

Con este Concierto mexicano. Primera parte, la Orquesta Sinfónica Nacional reafirma su compromiso con la difusión y renovación del repertorio nacional, al tiempo que ofrece al público un recorrido sonoro que enlaza tradición y contemporaneidad. Será una oportunidad única para redescubrir, desde la grandeza de Bellas Artes, cómo la música mexicana ha sabido contar nuestra historia, nuestras emociones y nuestra identidad.

FOTO: KARLA GÓMEZ

PIE DE FOTO: El viaje musical continúa con la Suite Veracruz (1957), de Daniel Ayala Pérez, compuesta como tributo al espíritu del pueblo veracruzano.