Karla Gómez NOTICIAS

Con más de cinco décadas de entrega al arte escénico, el primer actor Ernesto Gómez Cruz ha dejado un legado imborrable en la historia del cine y el teatro mexicano. Su partida deja un vacío en la industria cultural, pero también una huella imborrable en los corazones de aquellos que tuvieron el privilegio de disfrutar de su talento.
Desde su memorable interpretación en «El Azteca» en la cinta «Los Caifanes», donde fue premiado con una Diosa de Plata, hasta sus incontables personajes a lo largo de más de 200 películas, Gómez Cruz demostró una versatilidad única y un compromiso indiscutible con su arte.
La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) lamentan profundamente su partida. Este titán de la actuación, formado en la Escuela Nacional de Arte Teatral, compartió escenario y pantalla con leyendas como Juan Ibáñez, Miguel Littín, Felipe Cazals, Arturo Ripstein y Luis Estrada, entre otros grandes de la industria.
En un esfuerzo conjunto con su hija Martha Gómez Barrientos, destacada académica del INBAL, se prepara un merecido homenaje en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Será un tributo a la trayectoria de un actor que no solo acumuló premios y reconocimientos, sino que también inspiró a generaciones enteras de artistas.
Ernesto Gómez Cruz fue más que un actor talentoso; fue un referente en la cinematografía nacional. Con múltiples Diosa de Plata, Ariel de Plata y otros premios en su haber, se convirtió en uno de los actores más galardonados de México, siguiendo los pasos de figuras emblemáticas como Damián Alcázar.
Desde su destacada co-actuación en «La venida del rey Olmos» hasta su memorable papel en «El crimen del padre Amaro», Gómez Cruz demostró su habilidad para encarnar una amplia gama de personajes con maestría y autenticidad.
Pero su influencia trascendió fronteras. Festivales internacionales como el de Cine de La Habana y el de San Sebastián reconocieron su talento con premios como el de Mejor Actor y la Concha de Plata, respectivamente, por su brillante actuación en «El imperio de la fortuna».
Su legado no se limita al cine. Con una destacada participación en telenovelas y en más de diez obras de teatro, Gómez Cruz demostró su versatilidad y pasión por las artes escénicas. Su amor por el teatro se remonta a sus raíces en Veracruz, donde descubrió su vocación y desde entonces no cesó de brillar en los escenarios.
Ernesto Gómez Cruz compartió créditos con algunas de las figuras más destacadas del cine tanto nacional como internacional, dejando una marca imborrable en la memoria colectiva de la industria del entretenimiento. Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero su legado perdurará en cada actuación, en cada historia que nos regaló a lo largo de su ilustre carrera.
En memoria de Ernesto Gómez Cruz, el maestro de la actuación que con su talento y pasión conquistó los corazones de millones de espectadores en todo el mundo. Su luz seguirá brillando en cada pantalla y en cada escenario donde su arte perdure.

Foto: Cortesía
Pie de foto: Ernesto Gómez Cruz, el maestro de la actuación que con su talento y pasión conquistó los corazones de millones de espectadores.