Exposición colectiva “Espero curarme de ti”

Isabel Nigenda

Foto: Isabel Nigenda. Pie de foto: Exposición colectiva “Espero curarme de ti”.

En el Vestíbulo del Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines, se encuentra la exposición colectiva “Espero curarme de ti”, alusiva al poeta chiapaneco Jaime Sabines.

En la creación de la exposición participaron Claudia Esquinca, Gerardo Hernández, Rosario Maza, Manuel Mazariegos y Blanca Villaseñor.

De acuerdo al texto introductorio de la exposición, escrito por el artista plástico Ramón de Dios las obras están inspiradas en poemas de Jaime Sabines, “quien es un referente difícil de catalogar ya que su poesía se encuentra entre la espontaneidad furiosa y su gran brillantez, además que estuvo ajeno a las tendencias que manejaban los escritores contemporáneos a él”.

Es importante resaltar que Jaime Sabines Gutiérrez, nació en Tuxtla Gutiérrez y fue un poeta y político, quien fue reconocido como uno de los grandes poetas mexicanos del siglo XX. Y quien de manera solemne hubiera aconsejado a los escritores jóvenes huir de los círculos literarios y de las reuniones sociales sino querían que hasta la literatura terminará por aburrirles.

“La poesía es la comunicación de la emoción humana, si no hay emoción puede haber muy buenas ideas, pero no se trata de ideas, se trata de instantes de la vida, de momentos en que se ve transmitida la emoción, es un descubrir de la verdad del mundo, de las cosas que te rodean”, dichas palabras del poeta, se encuentran consignadas en el libro “Jaime Sabines: Apuntes para una biografía”, de Pilar Jiménez Trejo.

A continuación, podrán leer el poema: “La luna”, de Jaime Sabines, lectura que tiene como objetivo animar a los lectores a visitar la exposición colectiva en alusión al poeta.

La luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.