Karla Gómez  NOTICIAS

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través del Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA), han unido fuerzas con la Cineteca Nacional México para presentar un ciclo cinematográfico que promete ser una experiencia inolvidable para los amantes del arte y el cine: Rivera y el cine de vanguardia. Bajo la curaduría del distinguido Álvaro Vázquez Mantecón, este evento conmemora el 90 aniversario del MPBA y su papel fundamental en la vida cultural de México.

En el corazón de esta celebración se encuentra la exposición Diego Rivera. Nueva vida a un mural destruido 1933/1934, que ofrece una mirada profunda a la historia y el impacto de la primera versión del mural El hombre en la encrucijada (1933) de Diego Rivera, creado originalmente para el Centro Rockefeller en Nueva York. Tras la polémica censura y posterior destrucción de esta obra, Rivera la adaptó y recreó en el Palacio de Bellas Artes con un nuevo título: El hombre controlador del universo (1934). Esta pieza maestra sintetiza las tensiones entre el capitalismo y el socialismo, y plantea interrogantes sobre la ciencia, la tecnología y la organización social y política.

Para enriquecer esta narrativa histórica, Vázquez Mantecón ha seleccionado tres películas de la era del cine de vanguardia, que dialogan directamente con los temas abordados en el mural de Rivera. Estas películas no solo comparten el espíritu revolucionario de la época, sino que también utilizan el cine como un medio para explorar y exponer las transformaciones sociales y políticas.

El onceavo año (1928), del cineasta soviético Dziga Vertov, es un homenaje visual a los logros de la Revolución rusa. Utilizando su distintivo estilo de montaje, Vertov celebra el progreso industrial y la unidad proletaria a través de la construcción de una represa hidroeléctrica, reflejando así los ideales del socialismo soviético.

Nueva tierra (1933), dirigido por el holandés Joris Ivens, documenta el monumental proyecto de ingeniería Zuiderzee. Este filme captura la lucha del hombre por dominar la naturaleza y transformar el entorno, resonando con la visión de Rivera sobre la relación entre la humanidad y el medio ambiente.

Lo viejo y lo nuevo (1929), de Sergei Eisenstein, es una epopeya que narra la transición de la agricultura rusa hacia el colectivismo. Eisenstein, a través de su característico montaje expresivo, contrapone las tradiciones del pasado con las innovaciones del presente, creando una poderosa narrativa visual de cambio social.

Al explorar estos filmes, los espectadores podrán apreciar cómo tanto Rivera como estos cineastas emplearon sus respectivos medios para abordar y cuestionar los grandes cambios de su tiempo. El ciclo de cine, parte integral de la exposición temporal Diego Rivera. Nueva vida a un mural destruido 1933/1934, es una invitación a reflexionar sobre el entrelazamiento del arte, la política y la tecnología, y su relevancia continua en la discusión pública contemporánea.

Este evento promete no solo honrar la memoria y el legado de Diego Rivera, sino también inspirar a nuevas generaciones a explorar el poder transformador del arte. Una celebración imperdible para aquellos que buscan comprender el pasado y su impacto en el presente a través del lente del cine y la creatividad de uno de los más grandes muralistas de la historia.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: Lo viejo y lo nuevo (1929), de Sergei Eisenstein, es una epopeya que narra la transición de la agricultura rusa hacia el colectivismo.