José Manuel González Martínez, destacado promotor

Isabel Nigenda

Foto: Cortesía. Pie de foto: A través del fomento a lectura se puede formar lectores analíticos.

Para el poeta y docente José Manuel González Martínez, el fomento a la lectura es compartir, contagiar y lograr el interés por la lectura en las personas, a través del descubrimiento de diferentes autores, así como del diálogo y el aprendizaje que se genera al escuchar y enriquecerse de las distintas perspectivas que se producen al leer y comentar un texto.

Ante esto, comenta el integrante de la red del Consejo Estatal de Fomento a la Lectura y Creación Literaria que, el fomento a lectura permite poder comprender a cabalidad y de manera placentera un texto.
«Y, sobre todo, para formar comunidades lectoras, las cuales, en muchos contextos, son el único espacio de esparcimiento, creatividad y acercamiento con el arte que las personas pueden llegar a tener», indica.

Sin embargo, a él le gusta pensar en el fomento a la lectura como una comunidad, donde a través del colectivo se compartan apreciaciones, donde haya libertad de expresión, diálogo y relaciones de enriquecimiento.

El entrevistado da a conocer que a través del fomento a lectura se puede formar lectores analíticos y críticos no solo de la palabra sino del mundo, «pues logra que las personas conozcan mejor el espacio en el que habitan, ya que, al tener diversas lecturas, de diferentes contextos, experiencias y autores, abre un panorama mayor en cuanto a empatía con los demás y con su entorno».

A decir de cómo se logra un buen fomento a la lectura en infantes y jóvenes, dice que es necesario conocerlos y, sobre todo, conocer su contexto, siendo muy cuidadosos con las lecturas que se promueve en un principio.

«Pues, si de entrada ponemos a leer El Quijote, a jóvenes de entre 15 y 18 años, lo más seguro es que terminen odiando la lectura, y aclaro que no es con intención de demeritar esta gran obra de la literatura universal, sino más bien pongo este ejemplo porque es un error que se comete comúnmente en las escuelas, pienso que la lectura de los clásicos se logra con el tiempo, pero no debe ser una obligación leerlos como primera lectura», añade.

José Manuel González Martínez, destaca que, un promotor, debe saber el lenguaje de los niños y los jóvenes, y partir desde ahí, buscar los cuentos, los poemas, los ensayos pertinentes para su edad y contexto: «Creo que esto es una buena forma de empezar a contagiar el gusto por la lectura».