El destacado artista, encontró en la geografía mexicana la fuente de inspiración central de su obra

Isabel Nigenda Noticias

El 6 de julio se conmemora el 183 aniversario del natalicio de José María Velasco, reconocido como uno de los máximos exponentes del paisajismo del siglo XIX en México. La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) destacan la importancia de este destacado artista, quien encontró en la geografía mexicana la fuente de inspiración central de su obra.
El Museo Nacional de Arte (Munal), perteneciente a la Red de Museos del INBAL, alberga y exhibe una gran cantidad de obras del pintor mexiquense en su sala denominada «Territorio ideal. José María Velasco, perspectivas de una época». Esta colección representa una de las más amplias y significativas del artista, reconocido por su enfoque visual del paisaje nacional y su interpretación sugestiva del naturalismo científico.
José María Velasco no solo se dedicó al estudio de la pintura, sino también adquirió conocimientos de geometría e ingeniería que le fueron útiles en la construcción de sus paisajes, utilizando líneas, volúmenes y colores de manera magistral. Su dominio de estas disciplinas contribuyó a la creación de su estilo único.
Entre las obras destacadas de Velasco se encuentran «La plaza de San Jacinto en San Ángel», «Las montañas de la Magdalena», «El Bosque de Jalapa», «El cedro de Chimalistac», «El Ahuehuete de Chapultepec», «El valle de México», «Un paseo por los alrededores de México» (también conocida como «La Alameda de México»), «Valle de México desde el cerro de Atraeualco», «Pirámide del Sol en Teotihuacán», «Templo de San Bernardo», «Cascada de Necaxa» y «El puente de Metlac», así como los cuadros dedicados a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Además de su talento artístico, Velasco también se interesó por la botánica, la zoología y la minerología, convirtiéndose en un verdadero hombre renacentista del siglo XIX. Estos intereses desde su infancia fueron impulsados por una curiosidad insaciable.
Velasco estudió en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, donde fue alumno de destacados artistas como Santiago Rebull, Pelegrín Clavé, Manuel Carpio y el italiano Eugenio Landesio. A los 18 años, se convirtió en profesor de perspectiva en la Escuela Nacional de Bellas Artes, y posteriormente obtuvo la titularidad de la cátedra de paisaje. Su labor docente se extendió por más de 40 años, influenciando a numerosos artistas.
A lo largo de su carrera, Velasco recibió múltiples distinciones, entre ellas la Medalla de Oro en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes en 1874 y 1876, la Medalla en la Exposición Internacional de Filadelfia en 1876, el primer premio de la Acad emia Nacional de México en 1878, la Medalla de la Exposición Universal de París en 1889, la Medalla de Oro del Centenario de Colón en Madrid en 1893 y la Medalla de la Exposición de Bellas Artes de Puebla en 1900.
La obra y trayectoria de José María Velasco han sido ampliamente estudiadas y numerosos libros se han dedicado a su legado. Entre ellos destacan «José María Velasco: paisajes de luz, horizontes de modernidad» de María Elena Altamirano Piolle, «Transformaciones del paisaje. La herencia de Velasco» de Peter Krieger, «José María Velasco, pintor de paisajes» de Fausto Ramírez y «José María Velasco. Un paisaje de la ciencia en México» de Elías Trabulse, por mencionar solo algunos.
En el Museo Nacional de Arte, los visitantes tienen la oportunidad de apreciar las obras maestras de José María Velasco y sumergirse en su interpretación única de los paisajes mexicanos. Su legado perdura como un tesoro artístico y como un testimonio de su amor por la naturaleza y la geografía de su país.
En el 183 aniversario de su natalicio, José María Velasco sigue siendo recordado como un genio del paisajismo mexicano, cuyo trabajo sigue maravillando a las generaciones actuales y futuras. Su contribución al arte y su visión innovadora han dejado una huella imborrable en la historia del arte en México.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: José María Velasco sigue siendo recordado como un genio del paisajismo mexicano.