La exposición oscilación entre lo abstracto y figurativo
Isabel Nigenda
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En la sala principal de la Casa de las Artes y las Culturas Corazón Borraz, permanece la exposición pictórica SACRED, de la artista visual Rebeca Segura.
De acuerdo a la presentación, la exposición oscilación entre lo abstracto y figurativo; su tinta emerge con lenguaje neo-expresionista, encontrando fertilidad en el collage, sumando materiales comunes que bailan con soltura entre colores, formas y fotografías, ricas texturas, seres mitológicos y fantásticos, formando mágicos escenarios que irradian su alquimia y pasión por la luz. Lo sagrado se vuelve cotidiano, conjugando en cada una de las obras la interacción donde prevalezca el diálogo crítico con su entorno cultural, social y ambiental.
La exposición consta de pinturas y esculturas, que hacen honor a la geometría sagrada de los seres humanos, temas relacionados con el empoderamiento de la mujer.
Rebeca Segura, es originaria de Córdoba, Veracruz, actualmente radica en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Es creadora visual. Ha presentado su obra en foros importantes como Nueva York, Barcelona, Venecia y Estados Unidos.
Sus obras son autorretratos y retratos de otros artistas que transmiten lo que sienten. En lo personal, la artista se vincula con medusa, ese ser mitológico que acarrea una historia injusta y mal contada.
En una presentación pasada, Luis Urbina Zepeda, mencionó que, “la obra de Rebeca Segura muestra colores, formas y trazos que tienen algo que decir, es decir, una forma de ser, un carácter propio y una personalidad única, y que muestra que las mujeres se atrevan a brillar, que se atrevan a ser ellas mismas porque esa luz inunda al mundo y eso contagia, porque finalmente eso compone la vida a través de experiencias, a través de esa vivencia y se va formando lo que hoy en día somos la obra final”.
