KARLA GÓMEZ NOTICIAS

El Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante, de la Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), exhibe la muestra temporal El Convite de Locos. Una memoria cultural, integrada por fotografías, objetos y relatos en torno a la festividad tradicional de San Miguel de Allende, Guanajuato, en honor a San Pascual Bailón y San Antonio de Padua, conocida como El Convite de Locos.

Cada año participan alrededor de 25 mil personas de todas las edades en esta celebración que, desde tiempos antiguos, evocaba la gratitud por la buena cosecha. La festividad mantiene esa esencia, recuperando las fiestas originarias con atuendos coloridos y máscaras tradicionales.

La inquietud comunitaria en torno a preservar esta tradición dio origen a la conformación de la muestra, la cual permanecerá abierta hasta el 12 de octubre. La exposición reúne cinco fotografías antiguas del fotógrafo Arturo Suárez, testimonio de cómo se vestían los denominados “locos”: personajes que celebraban sus cosechas repartiendo frutas por las calles de San Miguel de Allende. 

La muestra busca preservar y difundir la riqueza cultural de esta celebración. Además de fotografías y textos, se incluyen entrevistas con personajes relevantes de la fiesta y con integrantes de diferentes grupos participantes, como Los hortelanos.

Luis Antonio López, conocido como El huácalo, uno de los personajes de la Danza de los locos del grupo Los hortelanos, recuerda que hacia finales de la década de 1780 un fraile franciscano organizó un convite de la Tercera Orden en la Huerta de los Sautto —espacio que actualmente corresponde al Barrio del Obraje—, lo que consolidó esta danza como una tradición representativa y originaria de San Miguel de Allende. De ahí la importancia de iniciativas como la que se presenta en El Nigromante, dedicadas a su preservación.

De acuerdo con este testimonio, la Danza de los hortelanos surgió de la actividad agrícola de los huerteros locales. Su popularidad llenaba las calles de multitudes: los “hortelanos mayores” se disfrazaban con máscaras de cuero y ropa vieja, mientras los pobladores bailaban tras ellos. Más tarde incorporaron elementos del circo, como trajes llamativos, para hacer aún más vistosos a los personajes. Entre ellos destacan los llamados huácalos, que portaban un morral con frutas producidas en las huertas y llevaban consigo un animalito disecado para asustar y divertir a la comunidad, sin olvidar el estruendo de las matracas.

El Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante se ha consolidado como un espacio de reflexión y diálogo sobre esta tradición, mostrando diferentes perspectivas y acercando al público a la historia y significado de El Convite de Locos.

La exposición permanecerá abierta hasta el 12 de octubre de 2025, en el Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante, ubicado en Hernández Macías No. 75, colonia Centro, San Miguel de Allende, Guanajuato. El recinto abre al público de martes a domingo de 10 a 18 horas. La entrada es libre.

FOTO: KARLA

PIE DE FOTO: La Danza de los hortelanos surgió de la actividad agrícola de los huerteros locales.