Recuerdan a uno de los grabadores más importantes del México contemporáneo

Isabel Nigenda Noticias

En el 121 aniversario del natalicio del reconocido artista plástico Leopoldo Méndez (30 de junio, 1902, Ciudad de México), la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerdan a uno de los grabadores más importantes del México contemporáneo. Méndez, quien falleció en 1969, dejó un legado artístico influyente y comprometido con la realidad social de su época.
Leopoldo Méndez inició su formación artística en la Academia de San Carlos, donde recibió enseñanzas de destacados maestros como Saturnino Herrán, Germán Gedovius e Ignacio Rosas, entre otros. Posteriormente, amplió sus conocimientos en la Escuela de Pintura al Aire Libre de Chimalistac, dirigida por Alfredo Ramos Martínez.
Su trabajo más reconocido está estrechamente ligado a instituciones como la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y el Taller de Gráfica Popular (TGP). Méndez encontró en estas organizaciones un espacio para expresar su compromiso con la Revolución Mexicana, su defensa de los derechos de los trabajadores y su lucha contra las injusticias persistentes en el país.
Entre sus colaboraciones destacadas se encuentra la realizada junto a Carlos Mérida. Además, expuso individualmente en el Instituto de Arte de Chicago en 1945 y en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) en 1946. Su talento artístico también se vio plasmado en murales, como el realizado junto a Pablo O’Higgins en la Clínica No. 1 del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) y el mural en grabado dedicado a José Guadalupe Posada en los Talleres Gráficos de la Nación.
El reconocimiento a la importancia de Leopoldo Méndez ha ido creciendo con el tiempo. En 1970, el Museo del Palacio de Bellas Artes organizó una exhibición en su honor, colocándolo en el mismo nivel de importancia que figuras como Diego Rivera y José Clemente Orozco. En el Polyforum Cultural Siqueiros, David Alfaro Siqueiros incluyó su retrato junto a otros grandes exponentes del arte mexicano. Además, en el centenario de su nacimiento en 2002, Carlos Monsiváis ofreció una conferencia sobre su trabajo en el Museo Nacional de Arte (Munal), que también realizó una retrospectiva de su obra en 2003.
Los especialistas consideran que la etapa más destacada de Leopoldo Méndez fue en la segunda mitad de la década de 1940, cuando produjo una gran cantidad de obras que vendía a precios accesibles. Durante ese tiempo, museos y coleccionistas de Estados Unidos, México y Europa adquirieron sus creaciones, permitiendo que su obra llegara a diversos lugares del mundo.
Méndez también dejó su huella en la industria cinematográfica, realizando grabados para películas mexicanas icónicas. Además, fundó el Fondo Editorial de la Plástica Mexicana junto con Ricardo J. Zevada, luego de alejarse del Taller de Gráfica Popular.
Entre los títulos de sus grabados más destacados se encuentran «José Guadalupe Posada» (una obra icónica del grabador mexicano), «Emboscada», «Cuauhtémoc», «El bruto», «El sembrador», «Paisaje», «Zapata», «Año 1962», «Motivo prehispánico», «Muerte» y «José Verdi».
Leopoldo Méndez también dejó un legado como escritor y editor. Fue miembro fundador de la Academia de Artes en 1968, lo que demuestra su compromiso con el desarrollo y la promoción de las artes en México.
Su trabajo artístico se caracteriza por su compromiso social, reflejando la realidad y las luchas del pueblo mexicano. A través de su obra, Méndez buscó transmitir un mensaje de denuncia y conciencia social, utilizando la técnica del grabado para difundir sus ideas y llegar a un público amplio.
Hoy en día, el legado de Leopoldo Méndez continúa siendo reconocido y estudiado por su importancia en la historia del arte mexicano y su contribución a la gráfica social y política. Sus obras se exhiben en importantes museos y galerías de México y del mundo, y su influencia perdura en generaciones posteriores de artistas y grabadores.
En el 121 aniversario de su nacimiento, la figura de Leopoldo Méndez es recordada como un artista comprometido, cuyo trabajo dejó una profunda huella en el arte y la cultura mexicana. Su legado perdura como testimonio de la capacidad del arte para denunciar las injusticias y promover la transformación social.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: El legado de Leopoldo Méndez continúa siendo reconocido y estudiado por su importancia en la historia del arte mexicano.