Año con año trabaja su altar en su domicilio, dice lo aprendió de su madre hace 65 años
Jhonatan González NOTICIAS
Con más de seis décadas de experiencia en la elaboración de ofrendas, Raúl Bonifaz Mohedano, habitante del ejido Plan de Ayala en Tuxtla Gutiérrez, continúa honrando a sus seres queridos cada 1 y 2 de noviembre, una tradición que aprendió de su madre hace 65 años y que hoy busca transmitir a las nuevas generaciones.
“Este altar es un recuerdo de amor hacia quienes estuvieron con nosotros, mis padres, hermanos, tíos y también nuestras mascotas. Es una forma de reconciliarnos con su memoria y celebrar el amor que permanece más allá de la vida”, expresó.
Desde hace 12 años, su hogar se convierte en un punto de encuentro comunitario donde vecinos y visitantes pueden apreciar una ofrenda elaborada con productos y artesanías principalmente chiapanecas.
Entre los elementos que destacan se encuentran flores de cempasúchil, flores de terciopelo, juncia, figuras de barro y madera tallada, y una amplia colección de catrinas adquiridas en distintos municipios como Chiapa de Corzo, Suchiapa, San Cristóbal y Coita.
Bonifaz subrayó la importancia de consumir local y de reconocer el talento de las artesanas y artesanos chiapanecos: “En sus manos hay magia, una sabiduría ancestral que mantiene viva nuestra identidad”.
Asimismo, destacó el rescate de las tradiciones impulsado en la entidad, señalando que cada año más familias y jóvenes participan en la colocación de altares y ofrendas en distintos municipios.
“Es alentador ver cómo los jóvenes están retomando esta celebración, comprendiendo que en la muerte también hay amor, y que el Día de Muertos no es una fecha triste, sino una fiesta de memoria y reconciliación”, precisó.
Finalmente, Bonifaz celebró que en Chiapas esta tradición siga creciendo, en contraste con otras regiones del país donde el Halloween ha desplazado parte de las costumbres mexicanas. “Aquí seguimos defendiendo nuestras raíces, porque el Día de Muertos nos da identidad como chiapanecos y como mexicanos”.
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Raúl Bonifaz Mohedano, habitante del ejido Plan de Ayala en Tuxtla Gutiérrez, continúa honrando a sus seres queridos cada 1 y 2 de noviembre.
FOTO: Jhonatan González