Jhonatan González NOTICIAS

Migrantes que forman parte de la caravana que partió desde Tapachula el pasado 1 de octubre, denunciaron presuntos abusos cometidos por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y elementos de la Guardia Nacional, quienes, según testigos, irrumpieron encapuchados en un campamento donde dormían decenas de personas, entre ellas mujeres y niños.
Yamila Sarmiento, migrante de origen cubano, relató que durante el trayecto entre Mapastepec y Pijijiapan, varios integrantes del grupo colapsaron debido al calor y la deshidratación, entre ellos una menor de 12 años presentó fiebre alta, y aunque solicitaron una ambulancia, el personal médico se negó inicialmente a trasladarla, argumentando que sólo podían hidratarla en el lugar.
“Tuvieron que hablar con su superior para que la atendieran. Querían que siguiéramos caminando aunque la niña no podía más”, explicó.
La migrante denunció que por la noche, mientras parte del grupo descansaba en el poblado de Galicia, agentes migratorios “encapuchados” se presentaron y comenzaron a levantar a los que dormían. “Dicen que había madres con niños. A una muchacha la arrastraron por el pelo, le quitaron a su hijo y lo subieron a una camioneta para obligarla a seguirlos”, denunció.
Según testigos, varios migrantes intentaron grabar los hechos con sus celulares, lo que provocó que los agentes se retiraran rápidamente del lugar. “Muchos corrieron al monte, otros enfrentaron a los agentes. No podemos vivir con ese miedo, tenemos derecho a un trato justo”, expresó.
Organismos de derechos humanos acudieron al lugar tras lo ocurrido. Migrantes reportaron que algunos de los detenidos comenzaron a ser liberados, aunque entre 30 y 50 personas, principalmente hombres, continuarían retenidas, presuntamente en la estación migratoria Siglo XXI en Tapachula.
Sarmiento señaló que esta es la primera vez que enfrentan una situación de este tipo en el recorrido. “En otros municipios no había pasado nada así. Lo que más duele es que nos prometen visas, papeles, nos piden que nos entreguemos, y todo resulta mentira. Varios ya han regresado a la caravana porque se dieron cuenta de que fueron engañados”.
Los migrantes se encuentran actualmente descansando en Pijijiapan debido al desgaste físico, en espera de un diálogo con autoridades migratorias. “Los pies están destrozados. Queremos seguir, pero necesitamos que nos traten con dignidad. Solo pedimos acompañamiento, no violencia”, concluyó.
PIE DE FOTO:
Migrantes denunciaron presuntos abusos cometidos por agentes del INM y GN.
FOTO: Jhonatan González
